Tras un año marcado por la pandemia del Covid-19 y su impacto sobre la economía, el mercado laboral ha aguantado mejor de lo esperado. Es la principal conclusión del análisis que acaba de hacer público la patronal de agencias de empleo de nuestro país, Asempleo, en el que hace balance sobre el comportamiento de nuestro mercado laboral en 2020 y presenta sus previsiones para el próximo año 2021.
Según este informe el mercado de trabajo español está aguantando mejor en esta crisis que en otras precedentes. Si bien el Producto Interior Bruto (PIB) va a cerrar el año 2020 con una caída cercana al 11,6% interanual, la contracción del empleo será solo del 3,2%, señala el informe de Asempleo. Esto quiere decir que la pandemia se ha llevado por delante alrededor de 600.000 empleos en nuestro país. De ellos, en 2021 se recuperarán 200.000, según las previsiones de esta patronal.
Si se compara con el comportamiento de nuestros socios europeos en esta crisis, nuestro país va a concluir 2020 con la mayor destrucción del PIB y con la segunda tasa de paro más elevada de la Unión Europea; solo por detrás de Grecia (18%); y muy por encima de la media europea (7,7%).
Pero pese a la fuerte contracción de la actividad, la tasa de paro ha crecido, destaca Asempleo, solamente algo más de dos puntos en el conjunto del año; así, se prevé que 2020 finalice con un promedio anual del 15,7%, teniendo en cuenta que la previsión para el cuarto trimestre del ejercicio es del 16,6%. Este promedio se sitúa solo 1,5 puntos por encima de la tasa de paro media de 2019, que fue del 14,1%; y “esconde una senda creciente que se extenderá durante 2021, en el que la media anual se situaría en el 16,7%”, subraya el informe.
Las medidas de protección al empleo, así como la diferencia con una crisis de ciclo al uso están detrás de esta anomalía histórica. “Al cerrar este año aciago, podemos consolarnos al constatar que el mercado de trabajo español ha conseguido amortiguar de manera muy eficaz una caída sin precedentes en el PIB. Tanto los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) como las medidas de apoyo a empresas y trabajadores explican parte de esta mayor resiliencia. Los últimos compases del año vienen marcados por la segunda ola de la pandemia en Europa y Estados Unidos, así como por el inicio de la vacunación. A pesar de que 2021 volverá a estar marcado por una situación sanitaria anómala, las perspectivas para la economía española son de clara recuperación”, destaca el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas.
Previsiones para 2021
Y es que en 2021 se espera un rebote de la economía española cercano al 6,4%. Todos los ámbitos de la contabilidad nacional crecerían en 2021, en especial aquellos más afectados por la recesión en 2020, según las estimaciones de Asempleo. Esa caída del PIB en 2020 ha estado liderada por el desplome del consumo privado de los hogares (-13,4%); y el freno en la llegada de turistas extranjeros a nuestro país: se calcula que se van a quedar este año en 20 millones frente a los 83 millones de 2019. El próximo año crecerían el consumo de los hogares un 6,7%; la inversión un 6,9%; y las exportaciones un 16,5%.
A nivel europeo, se espera que el área Euro pueda crecer un 4,1%, y España registrará el mayor rebote de la economía con un +5,4% de crecimiento del PIB según las previsiones de la Comisión Europea.
Según Cruañas, “la vacunación ayudará a mitigar posibles olas sucesivas de contagios, con el consiguiente efecto en la llegada de turistas y en el desempeño de los servicios que implican contacto. Al mismo tiempo, el inicio de la ejecución del Plan de Recuperación europeo supondrá un impulso a la inversión pública y a las reformas estructurales. La creación de empleo y el paro reflejarán este inicio de recuperación de la economía, pero probablemente lo hagan con menor ímpetu dado el perfil del impacto que han sufrido durante 2020. En particular, habrá que seguir el proceso de reabsorción de los 750.000 trabajadores que todavía están bajo un ERTE”.
Para el presidente de Asempleo, “la mejora coyuntural no nos debe distraer de la necesidad de seguir introduciendo elementos de reforma dentro del marco institucional de nuestro mercado de trabajo”.
La recuperación se prolongará en 2022 y 2023, “y en nuestra mano está conseguir que nos permita volver pronto a los niveles de empleo y paro de 2019, así como avanzar en los desafíos pendientes: la tasa de empleo, el paro de larga duración, la productividad y la adaptación de la oferta a la demanda”, concluye Cruañas.
Y es que los problemas estructurales del mercado de trabajo español vienen de largo y se pueden convertir en crónicos por las consecuencias de las dos crisis económicas que se han vivido en apenas una década de forma prácticamente consecutiva, y que han supuesto una destrucción de un gran volumen de puestos de trabajo. Así se refleja también en la última edición del Índice MapowerGroup, dirigido por el catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, y presentado hace unos días. Según sus cálculos, España tardará cuatro años (2024) en recuperar el empleo perdido en esta crisis. Mientras que los niveles de ocupación previos a la crisis iniciada en 2008 no se volverían a observar hasta dentro de seis años, en 2026.