Uno de cada seis jóvenes han perdido su empleo: el futuro del trabajo después del Covid

  • Los líderes empresariales creen que el teletrabajo y la flexibilidad seguirán, pero los empleados lo dudan

  • Los profesionales esperan políticas de apoyo a sus ingresos que no son contempladas por la mayoría de directivos

  • El 45% de los empresarios creen que el empleo será mejor, el 41% de empleados, no

La gran mayoría de los líderes empresariales creen que cuando se supere la pandemia del Covid-19 podrán seguir ofreciendo la posibilidad de trabajar a distancia a sus empleados, con las ventajas que esta modalidad conlleva en la flexibilidad de horarios, por ejemplo. Sin embargo, los trabajadores dudan de que esto vaya a seguir siendo así. Es una de las principales conclusiones del estudio El futuro del trabajo después del Covid-19, que ha sido dado a conocer hoy por el Grupo Adecco, uno de los más grandes del mundo en el sector de recursos humanos y empleo. Para ello, ha realizado una encuesta entre 1.055 trabajadores y 204 líderes empresariales de Estados Unidos, Francia, Bélgica y España.

Consecuencias de la pandemia

En el informe se constata que las consecuencias de la crisis económica derivada del Covid-19 ya se aprecian profundamente en el ámbito laboral: la tasa de desempleo se ha disparado y está afectando de manera desproporcionada a colectivos como los jóvenes; ha aumentado la sensación de precariedad, especialmente entre los trabajadores con menos formación; la velocidad de la automatización y la digitalización se acelera; están aumentando las desigualdades; y crece el desajuste entre las habilidades de los profesionales y aquellas que demandan las empresas, lo que amenaza la recuperación económica.

Que el futuro del trabajo va a cambiar parece algo claro. Algunas tendencias se venían anunciando desde hace tiempo, pero parece que la pandemia las ha acelerado por completo. La crisis, se explica en el informe de Adecco, acelera la transformación de la economía, de sectores y de empresas. La aviación o el turismo se reducen, mientras que el e-commerce y la sanidad crecen. Las empresas cambian sus estrategias, digitalizan, automatizan y exploran el potencial de la inteligencia artificial. Mientras que los trabajadores ven un futuro incierto con la desaparición de algunos trabajos y la aparición de otros nuevos que requieren habilidades muy diferentes. Cambios que incrementan el riesgo de aumentar la polarización social y la pérdida de oportunidades.

Los empleados, más pesimistas que los empresarios

Una de las cuestiones que pone de manifiesto este sondeo de Adecco Group Institute es que los líderes empresariales y los trabajadores piensan de manera diferente sobre el futuro del trabajo y las perspectivas laborales. La pandemia ha acelerado la transformación digital y ha impulsado la automatización, lo que hace que los responsables de las empresas tengan buenas razones para confiar en un futuro crecimiento impulsado por la tecnología. Casi la mitad de ellos (el 45%) espera un mundo laboral mejor después de la crisis.

Una confianza que es mucho menor entre los trabajadores: apenas uno de cada tres (el 36%) es optimista en este sentido; y con mayoría (el 41%) los que opinan que después de la pandemia el trabajo será peor que antes.

Los más pesimistas son los más jóvenes y los seniors que aún no están próximos a sus jubilaciones, según este informe. Los profesionales recién graduados y con pocos años de experiencia (de entre dieciocho y treinta años de edad) y los trabajadores de entre 41 y cincuenta años (los miembros de la Generación X) esperan las peores perspectivas laborales. Una cuarta parta de los integrantes de estos dos grupos (el 25%) cree que el futuro del trabajo será mucho peor que antes de esta crisis.

De hecho, los jóvenes de entre dieciocho y treinta años son quienes se están enfrentando a un mayor riesgo de perder su puesto de trabajo en esta crisis. El informe de Adecco subraya que desde el inicio de la pandemia uno de cada seis jóvenes ha dejado de de trabajar, lo que ha llevado a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a advertir sobre el riesgo de una "generación bloqueada" cuyas perspectivas laborales y su potencial de ingresos en el futuro se ven perjudicados por las interrupciones en el empleo y la educación.

Teletrabajo y flexibilidad

Ocho de cada diez líderes encuestados (el 82%) esperan poder facilitar el trabajo a distancia a sus empleados tras el fin de la crisis sanitaria, mientras solo la mitad de los trabajadores (48%) creen que puede llegar a ser una realidad.

En similar proporción, siete de cada diez líderes empresariales (el 70%) tiene como prioridades centrarse en el mantenimiento de las operaciones y apoyar la flexibilidad. Mientras que también sólo la mitad de los empleados (el 51%) cree que será factible un horario de trabajo más flexible.

Salarios

Por el contrario, algunas de las principales preocupaciones de los profesionales no son vistas como prioridades por los responsables de las empresas.

Cerca de la mitad de los empleados encuestados (el 42%) espera que uno de los cambios tras esta crisis es que sus compañías mantengan de forma duradera políticas financieras de apoyo a los ingresos de los trabajadores a largo plazo; una cuestión que sólo es contemplada por una pequeña minoría de los líderes empresariales (el 16%).

Nuevos hábitos

Personal de almacén, de reparto, cajeros y reponedores, operarios de fábrica, recolectores, personal de atención al cliente y administrativos, de atención a colectividades, personal sanitario especializado, perfiles IT se han incrementado ante la generalización del trabajo desde los hogares. Y todo indica que serán trabajos demandados en un futuro donde los hábitos están cambiando.

Son trabajos que han logrado posiciones con una alta demanda en el mercado en estos momentos y a los que se les requiere sobre todo capacidad de adaptación al cambio, trabajo en equipo y capacidad de aprendizaje, debido al entorno tan cambiante en el que están desarrollando sus funciones. Y esas cualidades serán cada vez más demandadas por las empresas.

En los meses venideros podremos ver cómo muchas empresas van a apostar por la contratación de perfiles de “interim management” para proyectos concretos con el objetivo de sacar a las empresas de la mala situación en la que se encuentran. Se trata de perfiles como jefes de proyecto, directores de marketing o comunicación, directores de operaciones, directores comerciales....

Perfiles que deben contar con una formación extra en liderazgo, visión estratégica, gestión del cambio o comunicación en tiempos de crisis. También se demandarán perfiles polivalentes, con una clara orientación comercial. Ahora más que nunca la asesoría comercial va a ser fundamental porque las empresas van a apostar por las ventas, por dar salida a todos sus servicios y productos “estancados”, para compensar el parón de la actividad de estos meses. Igualmente, se valorará la capacidad de adaptación de los equipos a esta circunstancia y su adquisición de habilidades comerciales, de ventas o de comunicación.

Así, las habilidades digitales de alto nivel, como el análisis de datos y el data science van a ser claves en la era poscovid. El 56% de los trabajadores y el 54% de los líderes las considera las más importantes. Sin embargo, como ha demostrado la pandemia, las habilidades sociales relacionadas con la crisis como la resiliencia y la inteligencia emocional también van a convertirse en un valor añadido. Los trabajadores parecen subestimar su importancia y no hacen bien. El 47% elige las habilidades técnicas como unas de las más importantes, en comparación con el 38% de los líderes empresariales. Y lo son pero las habilidades sociales ganarán importancia en la era poscoronavirus y hay que tenerlas en cuenta. Si hasta ahora las empresas apostaban por el upskilling y reskilling de sus equipos, en esta llamada nueva normalidad será aun más importante, incluso crucial.