El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha subido un 0,4% en noviembre en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 5,6%, dos décimas más que en octubre y su nivel más alto en 29 años, debido el encarecimiento de los alimentos y, en menor medida, de los combustibles.
Con el dato de noviembre, el dato de los precios más elevado desde septiembre de 1992, el IPC interanual encadena su undécima tasa positiva consecutiva, según los datos avanzados publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los precios del os alimentos son los que más están sufriendo grandes subidas y son los que han estirado esta tasa del IPC a estos niveles. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) varios alimentos de primera necesidad han sufrido ya importantes subidas de precios a lo largo de todo este año. Entre los que más han subido se encuentran la fruta fresca (13,6%), los huevos (4,5%), la carne de ave (un 2,9%), la leche (2,8%) y las legumbres y hortalizas frescas (2,8%). Sólo tres alimentos de primera necesidad no han sufrido subidas el mes pasado: las patatas, la carne de cerdo y los productos lácteos.
A estas subidas que ya sufren los precios de los alimentos se va a sumar la habitual subida de algunos productos en el mes de diciembre, según se acerque la Navidad. Productos como la carne y sobre todo el pescado. y el marisco puede llegar a acumular subidas de un 20% adicional por la alta demanda antes de las fiestas navideñas. Por eso, la OCU recomienda anticipar las compras de estos productos (y proceder a su congelación) y elegir los supermercados más baratos para hacerlo.
En el comportamiento interanual del IPC destaca la subida de los precios de la alimentación y, en menor medida, de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, en contraste con los descensos que experimentaron en noviembre de 2020. Por contra, el INE destaca un descenso de los precios de la electricidad en noviembre de este año frente al mismo mes del año pasado.
El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en noviembre tres décimas, hasta el 1,7%, con lo que se sitúa casi cuatro puntos por debajo de la tasa del IPC general.