La inmunización y el fin de la obligatoriedad de su uso en algunos países (en España Sánchwz ha anunciado que no serán obligatorias en exteriores a partir del 26 de junio hacen caer de forma importante la demanda. Los fabricantes nacionales critican que las autoridades sanitarias le exijan a ellos más controles que a los productos de importación. Ahora que el uso de la mascarilla se va a reducir considerablemente, las mascarillas se pueden encontrar por solo diez céntimos. Entre la proliferación de empresas que se dedican a su producción y que ya se vislumbraba el final de su obligatoriedad al aire libre su precio ha bajado mucho en los últimos meses.
En el peor momento de la pandemia, la escasez de material sanitario para luchar contra el coronavirus provocó que casi fuera imposible encontrar una, ni por internet. Muchos no sabían ni lo que compraban pero la angustia mandaba. Los precios se dispararon ante la gran demanda. En marzo se llegaron a pagar hasta 8 euros por una mascarilla. La gente en la calle aún recuerda esos momentos. "Recuerdo la primera que me compré que fueron como 6 euros".
Al ser obligatoria, el Gobierno fijó en abril un precio máximo de 96 céntimos y unos meses después en noviembre al rebajar el IVA del 21 al 4 por ciento bajó aún más hasta los 62 céntimos. Una decisión que se adoptó a raíz de un acuerdo con la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) y que se llevó a cabo mediante la aplicación del tipo del 4 por ciento del Impuesto sobre Valor Añadido (IVA) a las entregas, importaciones y adquisiciones intracomunitarias de estos productos.
El Gobierno apeló entonces al artículo 94.3 de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, que refleja que la CIPM “podrá fijar el importe máximo de venta al público de los medicamentos y productos no sujetos a prescripción médica” en caso de que sean “necesarios para la salud poblacional” en un contexto de crisis sanitaria.
Algunos creen que no tendrían ni que cobrar. Con la fabricación en masa de mascarillas y su venta hasta en supermercados, el precio se ha ido hundiendo hasta hoy donde podemos encontrarlas a 10 céntimos. Ahora ya como todo el mundo fabrica, el precio ha bajado. Pero parece que las mascarillas en Europa han llegado para quedarse, porque se ha demostrado su eficacia para evitar gripes, problemas de alergias y ya no se ve como algo lejano. De hecho, un 31 por ciento de los españoles asegura que seguirá usándola tras la pandemia y siete de cada diez tardará en quitársela.