La formación misteriosa de vetas de oro extremadamente ricas finalmente podría tener una explicación científica. A pesar de la escasez de oro en la Tierra hay regiones donde es superabundante, algo que ha sido siempre una incógnita para los investigadores que ahora creen que tener la respuesta siguiendo el mismo proceso de la separación y acumulación de partículas de grasa en la leche.
El oro, a pesar de todos sus maravillosos usos, no es muy abundante en las capas superiores de la Tierra. Por cada tonelada de material de la corteza, se estima que hay solo 0,004 gramos del metal precioso. Sin embargo, de alguna manera, hay regiones que contienen abundancias "bonanza", hiper-enriquecimiento, en el lenguaje científico. La forma en que estas vetas de oro se forman en períodos tan breves como días, a partir de sistemas hidrotermales que solo contienen trazas del metal, ha sido desde siempre un misterio geológico.
Los geocientíficos Anthony Williams-Jones y Duncan McLeish de la Universidad McGill en Canadá explicaron que se conoce que “desde hace mucho tiempo que los depósitos de oro se forman cuando el agua caliente fluye a través de las rocas, disolviendo cantidades diminutas de oro y concentrándolo en las grietas de la corteza terrestre a niveles invisibles a simple vista", según publica la revista PNAS
"En casos raros, las grietas se transforman en vetas de oro sólido de centímetros de espesor. Pero, ¿cómo los fluidos con concentraciones tan bajas de oro producen depósitos de oro de grado ultra raros? “Nuestros hallazgos resuelven la paradoja de 'grado ultra alto' o 'bonanza' formación de oro de estas vetas que “ha frustrado a los científicos durante más de un siglo ", han explicado estos investigadores a través de un razonamiento de la cotidianidad.
La leche es una solución acuosa formada por varios componentes, uno de los cuales son glóbulos microscópicos de grasa. En el nivel de pH de la leche fresca, muy cercano al neutro, estas partículas de grasa tienen una carga negativa, lo que hace que se repelan entre sí.
El proceso de acidificación involucra bacterias en la leche que convierten la lactosa en ácido láctico, lo que reduce el nivel de pH en consecuencia. Esto hace que la carga superficial de las partículas de grasa se descomponga, y las partículas de grasa se separen del suero de la leche y se agrupen entre sí a través de la coagulación, formando una especie de gelatina de grasa láctea en descomposición.
Los investigadores canadienses encontraron un proceso similar al estudiar los depósitos de oro de la mina Brucejack en Columbia Británica con la técnica de la microscopía. Este es uno de los lugares del mundo donde se puede encontrar mineralización de grado ultraabundadte, con hasta 41.582 gramos por tonelada.
Durante mucho tiempo se ha aceptado que el oro se transporta a través de un fluido a través de la corteza terrestre. Sin embargo, para alcanzar las abundancias encontradas en zonas de hiper-enriquecimiento, estudios previos sugirieron que el oro pudo haber sido disuelto en altas concentraciones en fluidos que contenían cloruros o bisulfuros, y transportado y depositado de esa manera.
La otra posibilidad es una solución coloidal, con nanopartículas sólidas de oro dispersas en fluidos hidrotermales y geotermales. Dado que las nanopartículas de oro tienen una carga (como la grasa de la leche), se repelen entre sí. Cuando la carga se descompone, las partículas de oro se agrupan en un proceso similar a la coagulación, conocido como floculación.
Anthony Williams-Jones y Duncan McLeish han explicado que las imágenes obtenidas “documentan el proceso por el cual las grietas se rellenan con oro y, magnificadas por la integración de millones de estas pequeñas vetas, revelan cómo se forman las vetas de bonanza”.
Para este proceso, la concentración de oro en los fluidos geotérmicos debe ser solo de unas pocas partes por 1.000 millones. Flocula para formar una sustancia gelatinosa, que queda atrapada en las grietas de la corteza terrestre para formar ricas vetas de oro. Este descubrimiento sugiere que los depósitos de oro ricos pueden ser más comunes de lo que pensamos y pueden haber ocurrido en varios contextos diferentes a los permitidos por estimaciones previas.