El número de parados subió en 44.436 desempleados en febrero (+1,1%), su mayor alza en este mes desde el año 2013, cuando se incrementó en 59.444 personas, según datos publicados por el Ministerio de Trabajo, que ha atribuido este repunte del desempleo al "fuerte impacto" de la tercera ola de la pandemia de coronavirus y a las "severas restricciones" que se han impuesto para frenarla.
Con este aumento del paro, el quinto consecutivo, el volumen total de parados alcanzó al finalizar el segundo mes del año la cifra de 4.008.789 desempleados. No se superaban los 4 millones de parados desde abril de 2016.
El dato de paro de febrero, al igual que ocurrió en los meses anteriores, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.
En términos desestacionalizados, el paro registrado subió en febrero en 20.222 personas, mientras que en el último año el desempleo acumula un aumento de 762.742 personas, lo que supone un 23,5% más.
El paro aumentó en febrero en todos los sectores económicos menos en la construcción, donde bajó en 5.116 personas (-1,6%). El mayor aumento lo registraron los servicios, los más afectados por las restricciones, con 36.877 desempleados más (+1,3%).
En febrero se registraron 1.212.284 contratos, casi un 24% menos que en igual mes de 2020, de los que 132.431 fueron indefinidos, el 10,9% del total y un 25,7% menos que en febrero del año pasado.
Trabajo ha informado además de que el gasto en prestaciones alcanzó los 2.629 millones de euros en el mes de enero (último dato disponible), de los que 694 millones correspondieron a prestaciones para trabajadores en ERTE.
Precisamente, el número de personas en ERTE en un mes ha subido en 160.000 hasta alcanzar un total de 899.383 personas en estas circunstancias. Para el Ministerio las cifras de trabajadores en ERTE "se mantienen más o menos estables" desde principios de septiembre, indicando, a su juicio, que "la segunda y tercera ola de la pandemia han tenido un efecto mucho menor que la primera".
Asimismo, el Ministerio ha resaltado que, en comparación con el máximo de trabajadores en ERTE que se alcanzó en abril, los trabajadores en ERTE se han reducido en 2,7 millones de personas según la fecha de alta y en 2,5% millones en función de la fecha de notificación. En ambos casos, el descenso en valores relativos es del 75%.
Según Seguridad Social, de los 900.000 trabajadores que estaban en un ERTE en febrero 253.639 pertenecen a las 'antiguas' modalidades de ERTE, sin exoneraciones a la Seguridad Social, mientras que el 71% (645.744 trabajadores) están incluidos en las nuevas, las que se pusieron en marcha a partir del 1 de octubre y que conllevan exoneraciones en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Dentro de esas nuevas modalidades, 287.411 trabajadores se encuentran en ERTE con exoneraciones especiales para sectores 'ultraprotegidos' y su cadena de valor, mientras que 133.520 se encuentran en un ERTE de impedimento de la actividad y 224.813 en un ERTE de limitación de actividad.
En general, la Seguridad Social ganó en febrero una media de 20.632 cotizantes respecto al mes de enero (+0,1%), lo que situó el número total de ocupados en 18.850.112 cotizantes, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
En términos desestacionalizados y corregidos de calendario, el sistema perdió 30.211 cotizantes en febrero, hasta un total de 19.074.871 ocupados, poniendo fin a una racha de ocho meses consecutivos de ascensos de la afiliación en la serie desestacionalizada.
En el último año la Seguridad Social ha perdido 400.117 afiliados en valores medios (-2,08%), lo que supone moderar en 2,5 puntos la tasa interanual de junio (-4,58%), cuando se perdían casi 900.000 afiliados en un año.