No solo las habilidades profesionales, también las aptitudes emocionales puedes distinguir a buen trabajador, del trabajador perfecto. Estas son imprescindibles para realizar las tareas de la forma más competente posible.
Unas cualidades que cada vez valoran más las empresas porque contribuirán al éxito del negocio. Y es que cuando se produce un cambio repentino o cuando el conflicto parece inevitable y hay cierta incertidumbre, son los empleados con mayor capacidad emocional quienes reaccionarán de la mejor manera ante las adversidades, según revela Inc. Si ya hablábamos de los buenos jefes, a continuación, explicamos las ocho aptitudes clave que tiene que tener un trabajador para conseguir ser un empleado modelo.
La comunicación efectiva no se trata solo de hablar, también es la capacidad de escuchar y comprender lo que sucede al otro lado de la cerca. Esto puede ser tan simple como: "Dime cómo te sientes al respecto".
Mientras que el coeficiente intelectual sigue siendo una de las mejores demostraciones de éxito en el trabajo, una vez que se consigue el trabajo es muy importante poder demostrar una alto grado de inteligencia emocional.
Las personas con paciencia tienen la capacidad de procesar una situación límite, obtener perspectiva, escuchar sin juzgar a alguien con quien no están de acuerdo y evitar reaccionar de frente. Al pensar sobre las cosas con calma, se llegarás a una conclusión más sensata. Estas son las personas con las que desea construir una cultura empresarial.
Los empleados con inteligencia emocional tienen una clara ventaja: no se dejan llevar por los dramas contando los hechos tal como los ven y cómo los afecta. Estas personas pueden difundir un momento cargado de emoción con un comportamiento tranquilo, explicar el resultado que esperan y pedir otras ideas para soluciones. Al contratar personas con la capacidad de manejar conflictos, verás que se llevan a cabo discusiones más constructivas, productivas y respetuosas, que pueden ayudar a resolver situaciones difíciles para la satisfacción de todos.
El autocontrol es una competencia personal que no todo el mundo puede conseguir llevar a cabo.
"Las personas razonables, las que mantienen el control sobre sus emociones, son las personas que pueden mantener entornos seguros y justos. En estos entornos, el drama es muy bajo y la productividad es muy alta", afirma Daniel Goleman.
Las personas productivas tienen éxito en la gestión de su tiempo porque evitan hacer malabares con muchas cosas. La investigación dice que la multitarea es un mito y puede ser perjudicial para nuestros cerebros. Terminas dividiendo tu enfoque en muchas tareas, perdiendo el enfoque, bajando la calidad de tu trabajo y tardando más en alcanzar tus objetivos.
Los mejores empleados buscan empresas que les permitan integrar el trabajo y la vida durante su horario, y los jefes más inteligentes les están dando esa flexibilidad porque tiene sentido comercial. Un ejemplo es el hábito laboral de tomar descansos cortos y frecuentes. Estas "micro explosiones de actividad" aumentan la motivación y la concentración y mejoran la creatividad, según investigadores de la Universidad de Stanford .
Olvídese de la gestión del tiempo: desea personas que sean buenos administradores de sí mismos. Al administrar su vida, tareas y prioridades de manera eficiente, puede realizar una transición sin problemas hacia una mayor productividad, una mayor satisfacción laboral y un mejor bienestar personal.