China, uno de los 'paraísos' para el creciente número de mineros de bitcoin, ha redoblado su ofensiva contra las criptodivisas en las últimas semanas y ha provocado un éxodo masivo de mineros hacia otros países del mundo, como Kazajistán, Estados Unidos o Islandia.
El pasado mes de mayo, el banco central del gigante asiático, el Banco Popular de China, anunció la prohibición de operar con criptomonedas a las instituciones financieras. La decisión impactó en la cotización del bitcoin, que ya se vio afectada por las declaraciones de Elon Musk, CEO de Tesla, quien mostró su preocupación por el creciente uso de combustibles fósiles para el proceso de minado y transacciones de bitcoins.
Las principales opciones son Estados Unidos y Kazajistán. El país norteamericano presenta a Texas y Wyoming como dos estados ideales para mineros. Tienen algunos de los precios de la energía más bajos del mundo y su cuota de renovables crece con el tiempo. Por su parte, las minas de carbón del país asiático proporcionan un suministro de energía barato y abundante.
Otros lugares a los que apuntan los mineros de bitcoin son Islandia, Georgia, Canadá, Rusia o Venezuela. La mayor dispensión geográfica equilibraría la balanza de poder mundial y reduciría la capacidad de una sola nación para controlar una criptomoneda.
La minería es el proceso informático de alto consumo energético por el que se crean nuevas unidades de una criptomoneda y que permite mantener el registro de todas las transacciones. El proceso de minería de bitcoins es siempre el mismo, los mineros reciben un nuevo problema matemático cada 10 minutos y el más rápido en resolverlo se lleva las nuevas monedas que se ponen en circulación. El coste eléctrico es un factor determinante para la rentabilidad de la minería.
La competencia es muy dura en el caso del bitcoin. El elevado consumo de luz requerido ha hecho que la preocupación por su impacto medioambiental se multiplique a la par que sitúa a China como primera potencia por el precio barato de la energia. Los especialistas consideran que entre un 50% y un 60% de todo el hashrate del bitcoin, término que se utiliza para describir la potencia informática de todos los mineros de la red bitcoin, acabará saliendo de China.
La cotización del bitcoin, la criptomoneda de referencia, no obstante, se ha disparado este lunes más de un 10% y se ha aproximado a la cota de los 40.000 dólares, que había perdido a finales de mayo después de que Elon Musk anunciase que Tesla volverá a aceptar bitcoins una vez que la minería de este activo lograse un mayor uso de energías renovables.