Desde la 2ª Guerra Mundial, Europa no se había enfrentado a una recesión como la que viene. El Banco Central Europeo (BCE) ha alertado de que la crisis económica desencadenada por la pandemia de COVID-19 y las medidas de contención implementadas para evitar la propagación del virus podría provocar una caída del PIB de la eurozona de entre el 5% y el 12% en 2020, según ha indicado la presidenta de la entidad, Christine Lagarde.
De momento, a estos augurios del BCE, se une lo que ya es un hecho: en el primer trimestre del año, el crecimiento en la Eurozona se ha hundido un 3'8%, una caída que es la mayor registrada de toda la serie histórica por Eurostat. Y Lagarde ha apuntado que el impacto de la reclusión probablemente será incluso más severo en el segundo trimestre, cuando el PIB de la zona euro podría llegar a desplomarse un 15%. El economista Stuart Medina va más allá y advierte de que, puesto que los datos de ese primer trimestre solo incluyen dos semanas del confinamiento, la caída del PIB en el siguiente trimestre puede llegar hasta el 25%.
Lagarde ha indicado que los escenarios manejados por el BCE prevén una recuperación de la actividad económica a medida que las medidas de contención comiencen a relajarse, aunque su velocidad y escala siguen siendo muy inciertas, añadiendo que la inflación ha disminuido como resultado de la fuerte caída de los precios del petróleo.
En este sentido, la presidenta del BCE ha reiterado que en línea con su mandato, "el Consejo de Gobierno está decidido a continuar apoyando a los hogares y las empresas ante la actual perturbación económica y la mayor incertidumbre, a fin de salvaguardar la estabilidad de precios a mediano plazo", asegurando que el banco central no permitirá la fragmentación de la zona euro por lo que la institución velará por que su política monetaria se transmita a todos los miembros por igual.
El futuro es especialmente negro para España, dada su dependencia del turismo extranjero, así que el país tendrá seguramente el déficit más alto de Europa. Una clave será el margen del desvío, permitido dadas las circunstancias, del Pacto de Estabilidad.