Pasar más tiempo en casa nos ha abierto los ojos y nos ha hecho descubrir problemas que no teníamos presente antes de que empezara la pandemia. Desde que a mediados de marzo del año pasado el estado de alarma nos confinara a todos en casa y teletrabajar se convirtiera en algo habitual en muchas familias, la percepción de las deficiencias de nuestra vivienda y su entorno se ha incrementado notablemente.
Lo reflejan los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta semana. Según estos datos, cuatro de cada diez familias (el 39,3%) afirman que en 2020 tuvieron algún problema en la vivienda y su entorno. Es el porcentaje más alto desde 2007, antes de que comenzara la crisis financiera.
En datos absolutos, en 2019 cinco millones de familias se quejaban de problemas en su vivienda. En 2020, cerca de 7,38 millones. Es decir, un incremento de 2,38 millones de hogares en sólo un año.
Entre los problemas que recoge la encuesta del INE figuran:
Todos ellos, aumentaron en 2020 respecto a 2019. Y en algunos casos el incremento fue más que notable, como sucedió con la percepción de tener poca iluminación o mucho ruido, sin duda influido por el hecho de pasar bastante más tiempo en casa y teletrabajar con asiduidad.
En el año de la pandemia el 10,8% de los hogares se quejaron de tener poca luz natural en su vivienda, el porcentaje más elevado en 13 años. Hablamos de cerca de dos millones de familias, casi el doble que en 2019.
Además, el 22% de las familias afirmó tener problemas de ruidos, bien por vecinos molestos o bien por sonidos procedentes del exterior. Al igual que con la luz, es el porcentaje más elevado desde 2007.
En términos absolutos son casi 4,15 millones de hogares descontentos con el ruido en casa, frente a los 2,67 millones de 2019.
Durante gran parte del año 2020 las familias apenas hicieron uso de su automóvil particular. Y el transporte público se desplomó respecto a los niveles habituales. Ello provocó que los indicadores de contaminación se redujeran notablemente en toda España y, sobre todo, en las grandes ciudades.
Pero, pese a ello, resulta llamativo que los españoles incrementaran su percepción de mayor polución. El 12,0% de los hogares, el máximo desde 2009, afirmó tener problemas de contaminación o ambientales. Estamos hablando de 2,25 millones de familias, 400.000 más que en 2019.
También se incrementó el porcentaje de hogares que sufrieron inconvenientes relacionados con delincuencia o vandalismo. En concreto 2,6 puntos, hasta el 14,1%, el valor más alto desde 2013. Y eso que hubo menos personas en las calles, apenas hubo espectáculos deportivos, musicales y otro tipo de eventos multitudinarios que en ocasiones generan este tipo de molestias.
En valores absolutos, durante el año de la pandemia 2,65 millones de familias tuvieron problemas de delincuencia cerca de su domicilio. Casi medio millón más que en 2019.
La encuesta del presente año, que conoceremos a mediados de 2022, revelará cómo están evolucionando ahora estos problemas. Seguramente dependa de si seguimos pasando mucho tiempo en casa o de si volvemos a hacer una vida más habitual, como la de antes de la pandemia