China, después de casi una década trabajando en la operación, comienza a implementar gradualmente el yuan digital, que apunta a convertirse en la moneda por defecto del gigante asiático. El Gobierno chino ya permite operar en cajeros automáticos con ella. Es su apuesta frente a otras alternativas, como el Bitcoin.
Según informa la agencia Xinhua, el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) y el Banco Agrícola de China (ABC), dos de los principales grandes bancos del país, han comenzado a permitir a los clientes realizar este cambio.
De momento, solo se permite en la capital del país, Pekín, donde se registran más de 3.000 cajeros automáticos para operar. En ellos se puede extraer efectivo que es convertido automáticamente de la cantidad de yuan digital que tiene el usuario, y viceversa. Se espera que el método llegue en los próximos meses a otras provincias y ciudades, además de otros bancos.
China, además de ofrecer la posibilidad de utilizar el yuan digital en cajeros automáticos, impulsa su moneda digital por otras vías. La que más sorprende, regalar dinero: cada determinado tiempo, en diferentes ciudades donde se implementa, supuestamente se regalan millones de yuanes digitales a los ciudadanos para que lo prueben y así convencerles de su utilidad.
Otros países del mundo también están proponiendo, al igual que China, alternativas al efectivo que se basen en plataformas digitales. Unos apuestan por algo descentralizado como el bitcoin, como El Salvador, mientras que otros apuestan por sus propias monedas digitales, como Reino Unido.
El euro digital también parece estar cada vez más cerca, una alternativa que corresponde a la Comisión. También se baraja como solución a nivel global un acuerdo entre Estados Unidos, Europa y Japón. La alternativa al efectivo ya es presente.