El Banco de España ha recuperado este jueves la polémica propuesta de instaurar en nuestro país la conocida como 'mochila austriaca'. El regulador plantea corregir la desigualdad de los trabajadores temporales con un sistema mixto que combine la rebaja a la mitad del coste por despido con el establecimiento de un fondo de capitalización individual nutrido por las empresas, pero implantado con ayuda del Estado y los fondos europeos.
No es la primera vez que se plantea esta posibilidad pero cada vez que aparece este debate los agentes sociales muestras posturas irreconciliables. Pero qué es la 'mochila austriaca' y cómo afecta o beneficia a empresas y trabajadores?.
En primer lugar hay que ir a los orígenes de este sistema que cambia por completo la relación entre trabajadores y empresas. Su aplicación comienza en 2003 en Austria ya que en este país centroeuropeo no existe prestación pública de desempleo ni indemnización por despido. Todo esto ha sido sustituido por este mecanismo que lleva su nombre.
Básicamente consiste en una aportación que realizaría la empresa cada mes de un tanto por ciento del salario bruto de cada trabajador a una especie de cuenta de ahorro personal, llamada fondo de capitalización. Estaría a nombre del empleado, que siempre puede conocer el montante, y gestionado por fondos privados, de tal manera que el dinero genere una rentabilidad.
Si el titular cambia de empresa, ese fondo de capitalización iría con él. La nueva compañía debería seguir aportando al fondo, hasta que llegue la edad de jubilación. Desaparece la indemnización por despido (que no el subsidio por desempleo), y ese dinero puede utilizarse mientras esté sin trabajo o conservarlo y utilizarlo como un complemento en su jubilación.
Para sindicatos como CGT lo que realmente se pretende es que esta medida sustituya a las indemnizaciones por despido improcedente que existen actualmente. Y recuerda que en Austria esta "mochila" sirve para los despidos procedentes y que allí no existen los improcedentes.
Como recuerda el sindicato anarquista, en España el despido es libre pero (para compensar) indemnizado. En Austria, directamente no es libre: si la empresa no lo justifica, el despido es nulo y tiene que readmitir al trabajador. Por lo que cree que lo que propone el Banco de España es combinar lo peor de ambos sistemas (desde el punto de vista del trabajador), es decir despido libre y gratuito.
Hay que recordar que cuando se lanzó este debate en 2019 la situación económica de ambos países no era igual ya que los austríacos cuentan con un 5 % de paro y su máximo en los últimos 20 años ha sido del 7 %, mientras que el del Estado español roza el 14 % y había llegado, en épocas de crisis, a prácticamente el 24 %.
Hay que recordar también que el ejemplo austriaco también ha calado en otros países más parecidos a España como es el caso de Italia. Allí, se ha implantado el TFR-Trattamento di Fine Rapporto por el cual las empresas están obligadas a realizar unas contribuciones, a favor de cada uno de sus empleados, de un 6,91 % del salario, que se ingresan en alguna de las organizaciones de Seguridad Social habilitadas para ello.
Como recuerda el BBVA, a diferencia del austriaco, se trata de indemnización adicional a la indemnización legal por despido que pudiera darse.
En caso de contribución al TFR durante toda una carrera profesional la prestación recibida ascendería a entre el 10 % y el 15 % del salario final.