La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lleva meses advirtiendo de las prácticas de las marcas para ganar más: vender más aire o menos producto por el mismo precio son algunas de ellas. La inflación, la guerra en Ucrania y las protestas del sector del transporte no han hecho más que acrecentar estas acciones.
Con estas técnicas, el consumidor cree que los productos están rebajados, pero en realidad está pasando más sin darse cuenta. "Se trata de una tendencia cada vez más extendida, que afecta también a productos de higiene y droguería. Los precios pueden estar subiendo más de lo que parece", sostenía la OCU en octubre.
En las bolsas de patatas cada vez hay más aire y menos producto, las latas de conservas son cada vez más pequeñas y los envases incluyen cada vez menos cantidad. Este hecho recibe el nombre de reduflación y consiste en dar menos cantidad al cliente pero por el mismo precio. Si el envase es opaco, es imposible saber la cantidad de producto que contiene y el usuario solo lo sabrá al llegar a su casa.
La OCU ya alertó de esta práctica en octubre de 2021, cuando descubrió que Pescanova parecía haber reducido su premio un 5,6%, cuando en realidad se había reducido el producto un 10%, por lo que realmente el precio había subido un 3,2%.
Las latas de refresco, la margarina, los yogures o la pasta son algunos de los productos que han perdido peso, y no precio en los últimos meses.
Además, con el aumento progresivo de precios, los expertos denuncian que las subidas se están produciendo sobre materias compradas antes de las subidas en los costes de transporte, por lo que las empresas se están aprovechando de la situación para inflar los precios de sus productos.