Millones de euros en pérdidas, miles de puestos de trabajo destruidos y el riesgo de que el hueco dejado por el sector platanero canario sea ocupado ahora por otros productores centroamericanos o africanos.
Los números de la tragedia son enormes: 20 millones de kilos de producción en peligro y explotaciones que tardarán años en recuperarse de este importante golpe.
A los agricultores de La Palma no les compensa ya recoger las piñas de frutos afectadas por capas de cenizas que deterioran el producto en un mercado muy exigente y competitivo por las reglas comunitarias
Las explotaciones plataneras han sufrido también otro golpe aún más importante. La lava ha destruido en su descenso desde la cumbre del volcán hasta la costa un potente entramado de sistemas de riego que mantenía a plena explotación el cultivo de las plataneras.
Las explotaciones usaban esta capilaridad para abastecer de agua sus cultivos una vez por semana pero la lava lo ha destruido imposibilitando el riego.
Las autoridades de la Confederación Hidrográfica tratan de poner en marcha un sistema contrarreloj para suministrar agua a las explotaciones plataneras pero el tiempo y los cortes de carreteras dificultan el plan.
Por el momento, los agricultores ya demanandan ayudas a la Unión Europea y estudian las coberturas de los seguros agrarios para intentar ganar tiempo y fondos para no darlo todo por perdido.
Los agricultores de La Palma, a través de su patronal, ASPROCAN (Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias) se han mostrado convencidos del apoyo de los consumidores españoles y comunitarios para ayudarles a sortear esta duras circunstancias. En declaraciones al Huffington Post, reconocen que la respuesta de la sociedad tras la erupción ha sido "brutal" y que el consumo de sus productos es la mejor ayuda que pueden recibir.
Según esta patronal, el 35 % por la poducción de plátanos de España tiene su origen en las explotaciones de la isla de La Palma, de la que dependen 10.000 familias, muchas de ellas afectadas por la erupción.
Los daños no solo se circunscriben a las 400 hectáreas más proximas a las zonas afactadas por las coladas de lava, sino que también se extienden por otras 200 hectáreas de terrenos colindantes que vienen a repreentar el 50 por ciento de la producción de la isla.
La patronal platanera asegura también que no hay riesgo de que el precio del producto se dispare ante la falta de producción como consecuencia de la erupción. Según estas fuentes, el pecio medio del kilo de plátano el pasado año en verde fue de 0,90 euros y el consumidor paga unos 2,5 euros.