Todos buscan lo mismo en Pamplona los jueves: Fiesta, peros fiesta sin control, sin entender que la pandemia es real y se ve en los hospitales y los contagios. Los hosteleros se han plantado y con las persianas echadas han frenado los excesos del llamado juevintxos.
Así que este jueves ha habido poca juerga en Pamplona. aparte de las lluvia que arruinaba los planes y los que buscaban fiesta encontraron calles vacías y algún botellón bajo los soportales que la Policía terminó desalojando.
La noche de este jueves ha sido tranquila, gracias al mal tiempo y al cierre de bares. Los hosteleros han cerrados a las siete de la tarde hartos de imágenes como las del pasado jueves.
Hordas de adolescentes lanzando piedras y botellas, insultando a los agentes en el casco viejo mostraban una imagen de desorden.
Algunos hosteleros sufrieron a gente sin orden ni control que intentaron meter la mano en la barra para coger pintxos sin pagar lo consumido. "Gente asalvajada", dice uno para explicar lo que vivieron y que no quieren volver a repetir.
Al encargado de este restaurante incluso llegaron a agredirle y le rompieron una botella en la cabeza cuando intentó evitar que salieran a beber a la calle. Este jueves, los hosteleros de Pamplona se han plantado contra la indisciplina.