Jeff Bezos anunció este martes que dejará su puesto como consejero delegado de Amazon en el tercer trimestre de este año y pasará a ocupar el cargo de director ejecutivo. En un comunicado, el gigante tecnológico ha indicado que el fundador de la compañía será reemplazado como CEO por Andy Jassy, hasta ahora al frente de Amazon Web Services (AWS), filial de la compañía.
Desde ese momento todas las miradas se han dirigido hacia Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, y a su decisión de dejar su puesto al frente de la compañía que fundó hace 27 años.
Nacido en Albuquerque (Nuevo México, EE.UU.) en 1964, los padres del futuro fundador de Amazon se divorciaron durante su infancia, y su madre se casó con un inmigrante cubano, Miguel Bezos, de quien Jeff tomó el apellido.
Graduado por la Universidad de Princeton, comenzó a trabajar en Wall Street en ciencias de la computación, aunque renunció al puesto antes de cumplir 30 años para dedicarse a la venta de libros por internet desde su garaje en Seattle.
El 5 de julio de 1994 dio un paso que le cambiaría la vida para siempre: registró Amazon (entonces bajo el nombre de Cadabra). Y desde ese momento, su figura no ha dejado de crecer.
El gigante tecnológico tiene una trayectoria imparable. Su web tiene más de 600 millones de artículos a la venta y acumula más de 3 millones de vendedores distintos. Una inmensidad que muchas empresas temen, por la posibilidad de que acabe convirtiéndose en un monopolio.
Pero el éxito de Bezos, según recoge un reportaje en The Atlantic, se basa sobre todo en la confianza que tiene la gente sobre su empresa. Al contrario que con Facebook, también acusado de monopolio y que recibe muchas críticas a menudo, este empresario ha conseguido que Amazon tenga una opinión generalizada bastante buena.
Una encuesta del año 2018 recogió cómo Amazon generaba más confianza que prácticamente cualquier otra institución estadounidense. Es esa fe y confianza en la empresa la que le lleva a millones de casas día a día.
"Al principio elegí libros como el mejor producto para vender online tras elaborar una lista de 20 posibilidades distintas. Con más de 3 millones de libros impresos, podía construir una librería digital que no podría haber existido de ninguna otra manera", explicaba Bezos en una entrevista en 1997.
El éxito inicial en el sector editorial abrió las puertas a toda clase de productos, y en paralelo la empresa fue expandiéndose más allá del comercio electrónico con ofertas de entretenimiento mediante Amazon Music y Prime Video, hardware y software con dispositivos como Echo y Alexa, respectivamente, y la plataforma de computación en nube Amazon Web Services (AWS).
Además, en 2017 Amazon adquirió la popular cadena de supermercados estadounidense Whole Foods.
En el año 2005, Bezos dio un paso más y añadió a su gigante tecnológico una opción más: Amazón Prime. El empresario insistió en que se establecería un precio lo suficientemente alto como para que se sintiese como un "compromiso genuino".
Los consumidores luego se propondrían canjear este desembolso considerable consumiendo fielmente a través de Amazon. Y así fue. Otro golpe maestro.
Los miembros de Prime gastan 1.400 dólares al año en EEUU, frente a los 600 dólares al año que gastan los no miembros, según una encuesta de Consumer Intelligence Research Partners. Además, el 93% de los clientes de Prime mantienen su suscripción después del primer año, y el 98% la mantiene después del segundo.
Quienes conocen personalmente o han trabajado con Bezos acostumbran a destacar su obsesión por la experiencia del cliente y por mantener un ambiente de trabajo que potencie la innovación, una estrategia de negocio a largo plazo que contribuyó a que durante varios años Amazon estuviese en números rojos.
Sin embargo, una vez entró en beneficios a principios de los 2000, la empresa contaba con una estructura sólida y visión de futuro, lo que le permitió crecer a un ritmo aceleradísimo hasta controlar en la actualidad casi la mitad del comercio electrónico en EE.UU. y una buena parte del pastel mundial.
En una carta a los empleados este mismo martes, Bezos explicó que una vez deje de ser consejero delegado, usará el tiempo libre para centrarse en proyectos de filantropía y en sus otras dos propiedades, el fabricante aeroespacial Blue Origin y el diario The Washington Post, que adquirió a título personal en 2013.
"Jamás he tenido más energía y no me estoy jubilando. Me apasiona enormemente el impacto que estas organizaciones pueden tener", aseguró.