El desplome de los turistas extranjeros en España ha sido brutal por la crisis del coronavirus. En 2020 entraron en España solo 18,9 millones de turistas extranjeros, un 77,3 % menos que los 83,5 millones de 2019, en el peor año de la historia del sector, prácticamente paralizado en todo el mundo desde marzo pasado para tratar de frenar la expansión de la covid-19.
Las cifras de ingresos que dejaron estos turistas sufrió un recorte similar: de los 91.912 millones de euros que habían entrado en España por este concepto en 2019 se pasó a 19.740 millones en 2020, un 78,5 % menos, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto son niveles de ingresos de los años 70 del siglo pasado.
El año comenzó con tasas de crecimiento sostenido tanto en llegadas como en ingresos, pero a mediados de marzo la declaración del estado de alarma provocó un descenso del 63,3 % en las entradas, que los dos meses siguientes -con buena parte del mundo confinado y los viajes prohibidos- se saldaron con ceros absolutos.
En junio, julio y mitad de agosto se observó una cierta recuperación, con tasas algo menos negativas, pero la extensión de la segunda ola de la pandemia a partir del otoño produjo caídas en las entradas y en el gasto en el entorno del 90 %.
El covid ha roto una racha de récords consecutivos del turismo extranjero en España y ha supuesto una pérdida enorme de puestos de trabajo. La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) a pedir al Gobierno que acelere los procesos de vacunación y que aplique un plan de ayudas directas, por 5.300 millones de euros en los próximos seis meses, para evitar "una sucesión acelerada de quiebras y más destrucción de empleo", ha explicado su vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda.
Las dificultades para desplazarse en avión y la relativa mayor facilidad para moverse en coche han hecho que Francia haya saltado de tercer emisor de turistas hacia España al primero, arrebatando este lugar al Reino Unido. Desde Francia llegaron 3,87 millones de turistas (descenso del 65,2 %); desde las islas británicas, 3,17 millones, (82,4 % menos que un año antes), y desde Alemania, 2,41 millones (-78,4 %).
La comunidad más visitada en 2020 fue Cataluña, con cerca de 3,9 millones (20,4 % del total, pero un 80 % menos que en el 2019), donde llegaron, sobre todo, franceses (el 33,8 % del total). Le siguen Canarias, con 3,8 millones de entradas (20 % del total y un 71,2 % por debajo de un año antes), mayoritariamente británicos y alemanes; y Andalucía, con más de 2,7 millones de turistas y una disminución anual del 77,5 %, con ingleses y franceses en los primeros lugares. La mayoría de los turistas (13,7 millones) vinieron en avión, medio que cayó el 80,1 %, en tanto que por carretera entraron casi 5 millones, el 61,1 % menos.
Las cifras de gasto son igual de pobres: El gasto medio por turista alcanzó los 1.041 euros, un 5,4 % menos que en 2019, pero el gasto medio diario -un indicador muy seguido en el sector porque da idea de la calidad del turismo que entra- bajó un 13,8 %, hasta los 133 euros.
Lo que si subió algo fue la duración media de los viajes, que se situó en 7,8 días, 0,7 más que en 2019. Pese a haber perdido la primera posición como emisor de turistas, el Reino Unido sigue siendo el país que más gasto realizó en 2020, con 3.141 millones de euros, el 82,4 % menos que en 2019; seguido de Alemania (2.632 millones y un descenso del 77,5 %) y Francia (2.413 millones, un 68,2 % menos).
Aunque es la segunda comunidad más visitada, la mayor duración de las estancias hace que el mayor gasto se concentre en Canarias (4.816 millones, pero un 71,4 % menos que en 2019). Le siguen Cataluña (con 3.640 millones y un descenso del 82,9 %) y Andalucía (con 2.877 millones, 76,8 % menos).