El anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de eliminar los escasos impuestos de competencia autonómica que aun quedaban activos ha reabierto un viejo debate y ha recrudecido la competición entre regiones a cuenta de los tributos autonómicos. Una competición que enfrenta a Madrid con el resto de regiones, incluidas las gobernadas por el PP. Por convertirse en la región con mayores atractivos fiscales.
En lado opuesto a Madrid, en número de impuestos autonómicos activos, se encuentran Cataluña (con 15), Andalucía (con 8) y Galicia, Asturias y Murcia (con 6).
Aunque sólo se trata de un mero gesto casi sin contenido, ya que los dos impuestos que elimina ahora apenas suponen 3,4 millones de euros en ingresos (unos 70 céntimos por madrileño), afianzan el mensaje de Ayuso sobre su política de ‘impuestos cero’, al menos los que ella puede controlar.
Los impuestos ahora eliminados son los tributos sobre la instalación de máquinas recreativas en locales de hostelería autorizados, así como el impuesto sobre el Depósito de Residuos, dos impuestos que en realidad quedarán obsoletos o solapados con sendos tributos estatales. La recaudación por estos impuestos supone el 0,02% del total, es decir, 0,7 euros por habitante frente a una recaudación total de 3.415 euros por contribuyente. En 2020, la tributación total por ambos impuestos fue de 3,4 millones de euros.
El impuesto sobre las máquinas en locales de hostelería autorizados grava la instalación de máquinas recreativas, con o sin premio, en este tipo de establecimientos. Se trata de un impuesto que para el Gobierno de la Comunidad ha quedado obsoleto tras la creación del impuesto estatal sobre el juego.
Actualmente, la Comunidad de Madrid es la única región que tiene un impuesto de estas características, siendo su recaudación residual ya que el grueso de la tributación se queda en la tasa fiscal sobre el juego. Así, en 2020, se tributó 1,2 millones de euros por el impuesto propio mientras que por la tasa fiscal se recaudó 144,6 millones.
Por su parte, el impuesto sobre depósito de residuos, destinado a la protección del medio ambiente, quedará solapado por el impuesto estatal que va a poner en marcha el Gobierno de España. En 2020, la recaudación en la Comunidad de Madrid por el tributo propio fue de 2,2 millones.
La Comunidad de Madrid lleva décadas eliminando los tributos que puede gestionar, como por ejemplo el recargo del 0% sobre el Impuesto de Actividades Económicas o las bonificaciones del 100% en los impuestos de Patrimonio, en el de Sucesiones y Donaciones, Actos Jurídicos Documentados, y en el de Transmisiones Patrimoniales. Además, la Comunidad de Madrid cuenta con el tramo mínimo más bajo de toda España (un 9%).
Cataluña es la región con mas tasas propias, con un total de 15 impuestos. La Generalitat catalana controla las tasas de protección civil, un canon del agua, un impuesto sobre grandes establecimientos comerciales, un canon sobre la deposición controlada de residuos municipales, un canon sobre la incineración de residuos municipales, un canon sobre la deposición controlada de residuos de la construcción, canon sobre la deposición controlada de residuos industriales, impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos, impuesto sobre la emisión de óxidos de nitrógeno a la atmósfera producida por la aviación comercial, impuesto sobre la emisión de gases y partículas a la atmósfera producida por la industria, impuesto sobre las viviendas vacías, impuesto sobre bebidas azucaradas envasadas, impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, impuesto sobre los activos no productivos de las personas jurídicas y un impuesto sobre instalaciones que inciden en el medio ambiente.
Tras Cataluña, la comunidad con mayor número de impuestos propios es Andalucia, con 8 tasas: impuesto sobre tierras infrautilizadas, impuesto sobre emisión de gases a la atmósfera, impuesto sobre vertidos a las aguas litorales, impuesto sobre depósito de residuos radiactivos, impuesto sobre depósito de residuos peligrosos, canon de mejora de infraestructuras hidráulicas de interés de la Comunidad Autónoma, impuesto sobre los depósitos de clientes en las Entidades de Crédito y el impuesto sobre las bolsas de plásticos de un solo uso.
Galicia cuanta con seis impuestos propios: canon del agua, impuesto sobre contaminación atmosférica, iImpuesto sobre el daño medioambiental causado por determinados usos y aprovechamientos del agua embalsada, canon eólico, impuesto compensatorio ambiental minero y canon de inmuebles en estado de abandono.
Murcia cuenta con seis impuestos propios: Impuesto sobre los premios del juego del bingo, impuesto sobre vertidos a las aguas litorales, impuesto por emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, impuesto sobre el almacenamiento o depósito de residuos en la Región de Murcia, canon de saneamiento y recargo sobre las cuotas mínimas del Impuesto sobre Actividades Económicas.
Asturias tiene seis impuestos autonómicos: impuesto sobre fincas o explotaciones agrarias infrautilizadas, impuesto sobre el juego del bingo, impuesto sobre las afecciones ambientales del uso del agua, impuesto sobre grandes establecimientos comerciales, impuesto sobre el desarrollo de determinadas actividades que inciden en el medio ambiente y recargo sobre las cuotas mínimas del Impuesto sobre Actividades Económicas.
Aragón tiene cinco impuestos autonómicos: impuesto sobre la contaminación de las aguas, impuesto sobre el daño medioambiental causado por la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, impuesto sobre el daño ambiental causado por las grandes áreas de venta. impuesto medioambiental sobre determinados usos y aprovechamientos del agua embalsada y un impuesto medioambiental sobre las instalaciones de transporte de energía eléctrica de alta tensión.
Canarias tiene cinco impuestos propios: impuesto sobre las labores del tabaco, canon de vertido, impuesto especial sobre combustibles derivados del petróleo, impuesto sobre el impacto medioambiental causado por determinadas actividades y un impuesto sobre los depósitos de clientes en las Entidades de Crédito.
Extremadura tiene cinco impuestos propios: canon de saneamiento, impuesto sobre aprovechamientos cinegéticos, impuesto sobre instalaciones que incidan en el medio ambiente, iImpuesto sobre depósitos de las entidades de crédito y un impuesto sobre la eliminación de residuos en vertedero.
La Rioja cuneta con cuatro impuestos propios: canon de saneamiento, impuesto sobre la eliminación de residuos en vertederos, impuesto sobre el impacto visual producido por los elementos de suministro de energía eléctrica y elementos fijos de redes de comunicaciones telefónicas o telemáticas y un recargo sobre las cuotas mínimas del Impuesto sobre Actividades Económicas.
Islas Baleares tiene tres: Impuesto sobre los premios del juego del bingo, canon de saneamiento de aguas y el impuesto sobre estancias turísticas.
Cantabria tiene tres impuestos propios: Impuesto sobre el Depósito de Residuos de Vertederos, canon del Agua Residual y recargo sobre las cuotas mínimas del Impuesto sobre Actividades Económicas.
La Comunidad Valenciana tiene tres impuestos autonómicos: Canon de saneamiento, impuesto sobre actividades que inciden en el medio ambiente y el impuesto sobre la eliminación de residuos en vertederos e incineración, coincineración y valorización energética.
Castilla-La Mancha tiene dos impuestos propios: Impuesto sobre determinadas actividades que inciden en el medio ambiente y el canon eólico.
Castilla y León también tiene dos impuestos: impuesto sobre la afección medioambiental causada por determinados aprovechamientos del agua embalsada, por los parques eólicos, por las centrales nucleares y por las instalaciones de transporte de energía eléctrica de alta tensión y un impuesto sobre la eliminación de residuos en vertederos.
Navarra y País Vasco no forman parte del régimen común, son las dos únicas regiones donde todos los impuestos son gestionados directamente por sus administraciones autonómicas, y nos son comparables con el resto.