Con el precio de la luz disparado y marcando récord tras récord sin que las medidas del Gobierno puedan contenerlo, muchos son los hogares que tienen un problema serio para poder hacer frente a la factura eléctrica. En este contexto, hay que recordar que muchos usuarios pueden beneficiarse del llamado Bono Social Eléctrico, una ayuda que sufragar entre el 25% y el 40% de la factura eléctrica y que va dirigida a los consumidores más vulnerables.
Este Bono Social Eléctrico es una ayuda aprobada por el Gobierno y que va destinada al usuario más vulnerable en riesgo de pobreza energética. Aunque es una prestación del Gobierno, muchos consumidores han denunciado lo tedioso y complejo del proceso que, al contrario que cualquier otra ayuda pública, no hay que pedirla a la administración sino solicitarla a las empresas que comercializan el suministro eléctrico.
Para solicitar la rebaja del 25% en la factura se debe cumplir alguno de los siguientes requisitos:
Además, si se reúnen algunas de estas circunstancias especiales, los límites establecidos se incrementan en 0,5 puntos IPREM (3.954,30€ más):
Para recibir un descuento en la factura de un 40%, los llamados Consumidores Vulnerables Severos, deben cumplirse alguno de los siguientes requisitos:
Si además, se es un consumidor en riesgo de exclusión social, porque se está siendo atendido por los servicios sociales de una administración autonómica o local que paguen al menos el 50% de la factura, no se tendrá que hacer frente a la factura eléctrica y, en caso de imposibilidad temporal para hacer frente al pago, no se podrá interrumpir el suministro eléctrico.
Además, como medidas extraordinarias por la pandemia del covid19, se han añadido nuevos beneficiarios a este bono social eléctrico, por lo que podrán acogerse al 25% de descuento en su factura eléctrica en los siguientes casos:
Si cumples cualquiera de los requisitos para solicitar el bono social podrás solicitarlo por teléfono, correo electrónico, correo ordinario o fax directamente a cualquiera de las comercializaras de electricidad, quienes tiene la obligación de ofrecerlo, facilitar su tramitación y financiar este bono social.
Una vez aplicado el bono social, sus usuarios cuentan con algunos beneficios extra, como el de disponer de facturas eléctricas más claras, “sin letra pequeña”, en las que lo que se paga por la electricidad consumida es directamente el precio de la energía más impuestos y peajes, sin incluir otros productos o servicios adicionales.
Además, los beneficiarios del bono social de electricidad cuentan con un periodo más prolongado para hacer frente a las facturas impagadas que el resto de consumidores (un periodo de 4 meses desde la primera notificación de impago, frente al plazo general de 2 meses). Y en caso de impago no se podrá interrumpir el suministro a los hogares acogidos al bono social en los que haya al menos un menor de 16 años en la unidad familiar, o en los que el consumidor o uno de los miembros de su unidad familiar sea persona con discapacidad igual o superior al 33% o con grado de dependencia II o III, previo certificado expedido por los servicios sociales de las Administraciones Públicas competentes.