La campaña de la Renta suele ser la protagonista cada año durante los meses previos al verano, pero existe un impuesto al que hay que hacer frente durante el mismo periodo y que muchas personas olvidan, con las consecuencias que ello implica: el Impuesto sobre el Patrimonio no afecta, afortunadamente, a tantos ciudadanos españoles, pero precisamente su desconocimiento puede llevarnos a no declarar nuestros bienes, con las consecuencias que ello implica. Además, de cara al Impuesto sobre el Patrimonio 2021 se aplican importantes novedades.
El Impuesto sobre el Patrimonio va asociado al Modelo 714 de Hacienda y, aunque teóricamente se aplica a cualquier contribuyente, en la práctica solo tienen que presentarlo determinadas personas, que coinciden con aquellas que más patrimonio tienen. Hacienda exige su presentación en los siguientes casos, tal y como explica la plataforma de compra y contratación de productos financieros Finect:
El motivo por el que pocas personas deben presentar este Modelo es la existencia de una base mínima que lo hace obligatorio: solo tendrás que declarar si superas el mínimo exento de 700.000 euros. A esto se suma que muchos bienes y derechos están exentos. Por ejemplo, hay que descontar hasta 300.000 euros del valor de tu vivienda habitual con carácter general, aunque hay comunidades autónomas que aplican un límite diferente y superior (Aragón, Cataluña, Extremadura y Valencia)
En cuanto a los bienes sujetos al Impuesto sobre el Patrimonio, se trata de "todos los tus bienes y derechos", pero con exclusiones, entre las que destacan, además de parte del valor de la vivienda habitual, el ajuar doméstico (muebles, electrodomésticos...), ciertas inversiones (planes de pensiones, PPA, planes empresariales y contratos de seguro colectivo), el patrimonio empresarial y profesional (los bienes necesarios para tu actividad económica) y ciertas obras de arte y antigüedades.
Por último, en lo referente a cuánto se paga por el Impuesto sobre el Patrimonio en 2021, se trata de uno de esos tributos que varían entre unas comunidades autónomas y otras, aunque existe una tarifa general fijada a nivel estatal que, para 2021, resulta más elevada que en el ejercicio anterior: en concreto, ha subido un punto el tipo marginal máximo (para una base imponible de más de diez millones de euros), del 2,5 por ciento de 2020 al 3,5.
A día de hoy, en Madrid se bonifica el cien por cien de este tributo; en el lado contrario se encuentran Aragón (más de 1164,3 euros para 80.000) y Extremadura (alrededor de 1099,3 euros), seguidas de lejos por Cataluña (769,5 euros). En la mayoría de autonomías la cuota rondaría los 200 euros para la misma suma. Por ello, el Impuesto sobre Sociedades es uno de los tributos que el Gobierno pretende armonizar.