El precio de la luz sigue desbocado y ya se acerca a los niveles de enero, con Filomena. Los consumidores están que echan humo entre la nueva factura con franjas horarias que ha entrado en vigor este mes y la imparable subida también del precio de la gasolina a las puertas del verano, donde el aire acondicionado es protagonista. Hoy hay que pensarse dos veces el poner la lavadora o el lavavajillas. La luz está en su precio máximo de este mes de junio. El coste de generación supera los 90 euros/Mwh, casi el mismo que en enero, sin que muestre síntomas de debilidad para las próximas jornadas de calor.
Los hábitos de la ciudadanía están cambiando porque hacer frente a la factura se hace duro. "Antes no lo miraba y ahora digo qué hora es, tengo que ponerla porque a las seis ya vuelve a subir otra vez", es la frase más repetida cuando Informativos Telecinco pregunta por el tema.
Los precios están disparados en el mercado mayorista. La opción para que nos salga algo más barata la factura es huir de la hora punta. "Las lavadoras, el lavavajillas, el horno lo intento poner más por las noche, el fin de semana". La diferencia es importante. Hoy hacer la colada entre las ocho y las nueve de la tarde costará más del doble que en hora valle. La restauración y las pymes lo tienen más complicado. "Nos
va a subir casi un 40% la factura de la luz, es inasumible".
No es lo único que sube. Los carburantes lo han hecho un 25 por ciento el último año. La gente suelta chispas cuando se habla de ello. "Nos han subido la luz, nos han subido la gasolina, todo, es una sinvergonzonería!".
Y no es solo ee el problema. La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), que representa a 1.400 entidades de pacientes, ha alertado de que la nueva factura de la luz va a afectar "directamente" a las personas con enfermedades crónicas, ya que no se tiene en cuenta su situación de vulnerabilidad y fragilidad generada por la enfermedad.
Concretamente, a su juicio, el hecho de que la franja horaria más barata sea de madrugada resulta "contraproducente" para estos pacientes que necesitan tener conectados sus dispositivos médicos y poder así mantener una calidad de vida "digna", independientemente del horario establecido como "más barato". Así lo ha manifestado la presidenta de la POP, Carina Escobar, quien considera que "los pacientes y sus familias vuelven una vez más a ser invisibles para las administraciones públicas".
En este sentido, Escobar ha defendido que la salud debe abordarse de una manera transversal, no solo desde el ministerio de Sanidad, sino teniendo en cuenta todos los ámbitos que pueden afectar a los pacientes, como, por ejemplo, el social, el laboral o el económico, "porque solo así se podrá dar a las personas con enfermedades la atención que merecen".
Desde la POP también han alertado de que este aumento en la factura de la luz agravará aún más las situaciones de pobreza energética, que ya viven gran parte de los pacientes crónicos, y ha asegurado que es "inaceptable" que los consumidores tengan que ver cómo se incrementa su factura por atender su salud. Además, ha apuntado que, aunque existen algunas medidas como el bono social o la definición de consumidor vulnerable, hay muchos pacientes que no tienen reconocida la condición discapacidad o de dependencia y que, por tanto, no pueden verse beneficiados por estas ayudas ni acceder a la protección social que merecen.
En relación a esto, desde la POP han reclamado al Gobierno que se reconozca la situación de cronicidad porque las propias enfermedades generan situaciones "críticas", no solo económicas, sino también sociales y, por lo tanto, deben tenerse en cuenta a la hora de desarrollar cualquier política pública, prestación o ayuda. "La crisis económica, sanitaria y social generada por la COVID-19 está siendo un drama para muchas familias, y de manera más grave para aquellos que conviven con una enfermedad, por lo que debemos atender también sus necesidades para de verdad no dejar a nadie atrás", ha concluido Escobar.