Hasta casi 600 euros al año se pueden llegar a ahorrar en el consumo eléctrico con la nueva factura que ha entrado en vigor este 1 de junio. Así lo ha determinado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras realizar un intensivo estudio donde demuestra que la clave es llevar la mayoría de las tareas habituales a la tarifa valle, es decir, la barata (entre las 00:00 y las 8:00, de lunes a viernes, y durante todo el fin de semana).
La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha dejado clara su postura: "Yo no recomendaría a mi madre que se levantara a las 2:00 horas para planchar, ni para atrás". A este respecto ha señalado que "la variación de los precios afecta al 30%", mientras que "el resto depende del mercado eléctrico o de la fiscalidad". Por tanto, ha advertido de que "si somos cuidadosos, la reducción es más importante; si nos descuidamos, la factura es más cara".
Desde la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) consideran que supondrá "una subida del recibo en muchos hogares" ya que "un hogar con hijos no puede dedicarse a poner lavadoras de madrugada o los sábados y domingos". Además, la asociación cree "muy poco práctico o imposible de seguir para cualquier familia con hijos", en palabras de su presidente, José Manuel Trigo.
Dar con los hábitos que nos permitan ahorrar energía en casa no siempre es fácil, especialmente cuando se tiene una rutina establecida. No obstante, siempre hay una serie de pautas que pueden ayudarnos a consumir menos electricidad.
Se trata de lo más obvio: procurar usar los electrodomésticos en los horarios más baratos y evitar, en lo posible, las horas punta. Esta capacidad de adaptar dependerá de cómo sea tu casa y tu vecindario. Poner la lavadora por la noche puede molestar a tus vecinos, pero en otros casos, te resultará sencillo evitar los horarios punta e incluso aprovechar el horario valle. Se trata de estar atentos y una buena idea es colgar un esquema horario en la cocina para que todos los que viven en casa los conozcan y los tengan en cuenta.
El ahorro total podría alcanzar 574 euros si usaras siempre tus electrodomésticos en horario valle (incluye todo el fin de semana), en vez de hacer el 100% de ese consumo en horario punta. Se trata de un ahorro teórico, ya que posiblemente ya los estarás usando a veces en horario valle o llano. De hecho, se considera que ahora mismo un consumidor medio ya se realiza el 29% del consumo en horario punta, el 26% en horario llano y un 45% en horario valle, con los hábitos actuales. No obstante el ahorro máximo posible por electrodoméstico sirve para calibrar la influencia que pueden tener tus hábitos en lo que pagues por la energía.
Déjalos preparados y programa para que se conecten y empiecen a trabajar en horario llano o valle. Muchos modelos actuales ya incorporan esta función de retrasar varias horas su puesta en marcha. Puedes consultar las características de cada modelo en nuestros comparadores de lavadoras, secadoras o lavavajillas. En el caso de que tu electrodoméstico no la tenga, puedes usar un reloj programador en el enchufe. Si consigues evitar el horario punta (de 10 a 14 horas y de 18 a 22 horas en laborables), puedes ahorrar en torno a unos 30 euros al año por cada uno de estos aparatos sin necesidad de usarlos de noche, solo aprovechando el horario llano los días laborables. Programando por la noche estos electrodomésticos (o los fines de semana), sacarás partido al horario valle y el ahorro podrá alcanzar los 130 euros entre los 3 electrodomésticos.
Los termos arrancan regularmente cuando notan que el agua se enfría para recuperar la temperatura fijada. Sin embargo, no tiene sentido que el termo se encienda si sabes que no vas a usar el agua caliente en un periodo largo, por ejemplo, cuando sales de casa para ir a trabajar. Con un sencillo programador en el enchufe, podrás hacer que el termo cargue de madrugada y que se apague a las 8 de la mañana, cuando acaba el horario valle. Si vas a usar el agua por la tarde, puedes programar también para que caliente algún rato durante el horario llano. El ahorro no es nada desdeñable: hasta 234 euros al año si puedes hacer el 100% del consumo en horario valle. También verás cómo los picos de potencia que registra tu contador bajan al no coincidir su puesta en marcha con otros equipos (horno, vitro…). Los relojes programadores son muy baratos y algunos se pueden conectar al wifi para que puedas programar la puesta en marcha a distancia si en algún momento lo necesitas.
Cambiar los horarios de las comidas o cenas suele ser complicado, pero sí que puedes procurar tener alguna comida preparada y usar solo la energía necesaria para calentarla. Los fines de semana son horario valle: puedes aprovechar durante las 24 horas del sábado y el domingo para cocinar algunos platos que se puedan tomar a lo largo de la semana. Un robot de cocina programable o una olla de cocción lenta que trabaje de noche te pueden ayudar también a evitar los consumos en horario punta.
Otra posibilidad de ahorrar que ofrecen estas tarifas es la de tener dos potencias contratadas. Cada kW que contratas para las horas punta y llano te cuesta 30,67 euros al año, mientras que el kW contratado para las horas valle es baratísimo, solo 1,42 euros por año.
Si mantienes contratados 4,4 kW para todo el día, pagarás 180 euros al año (impuestos incluidos) solo por la parte fija de tu recibo. En cambio, si reduces tu potencia de día a 3,3 kW y mantienes 4,4 kW solo de noche y fines de semana, pagarás 137 euros al año por el término fijo. Por tanto, hay buena opción de ahorrar, teniendo en cuenta también que vas a adaptar tus hábitos para concentrar más consumo en horario valle, como hemos aconsejado antes.
Por ahora, si tienes una tarifa de precio regulado, PVPC, estos horarios y precios se te van a trasladar tal cual, con lo que todos estos consejos son aplicables en tu caso. En cambio, si estás en el mercado libre, hay centenares de tarifas eléctricas distintas y en cada una de ellas las nuevas tarifas se pueden adaptar de forma diferente. Debes estar atento a las comunicaciones que lleguen de tu empresa eléctrica para saber cómo van a hacerlo: ¿te van a mantener un único precio las 24 horas o la discriminación horaria que ahora tienes?, ¿o por el contrario te van a aplicar la nuevas estructura con tres precios?.
Podría decirse que esta es una de las formas de ahorrar energía más sencillas, dado que consiste en remplazar en lo posible la luz eléctrica por la natural, ventanas, traga luces y espacios abiertos colaboran a que ingrese mejor la luz solar a los hogares.
Existen situaciones y espacios que requieren encender las luces, la noche o las habitaciones sin iluminación, lo importante en ambos casos es recordar apagarlas cuando ya no estés en esta estancia de la vivienda. Aunque tengas luces LED y consuman muy poco, si siempre las dejas encendidas durante horas acabarás pagando de más en tu factura de la luz sin necesidad.
Este hábito aplica para quienes tienen cocinas eléctricas y puede parecer algo muy sencillo, pero gran parte del calor que se genera al cocinar se escapa si no utilizamos una tapa. No solo tardarás más en calentar la sartén o poner a hervir el agua, sino que además consumirás más energía.
Tanto el horno como vitrocerámica no pierden el calor de forma inmediata cuando los apagas. Y puedes aprovechar ese calor residual para terminar de hacer lo que estás cocinando.
Si estás asando un pollo en el horno, apágalo 5 ó 10 minutos antes y deja que termine de dorarse con el calor residual del horno. Algo similar funciona con las planchas y el calor residual que han almacenado en el tiempo que estuvieron conectadas.
Este es uno de los factores de consumo más habituales, por invisible que parezca, y es que los dispositivos que se mantienen conectados y en desuso pueden extraer más electricidad de la que se pensaría. El aparato, aunque apagado, sigue consumiendo. Algunos ejemplos pueden ser: ordenadores, calefactores, televisión, cepillo eléctrico, etc.
Una solución a esto, son las regletas que permiten desconectar estos aparatos de una forma rápida. Así podrás desconectar varios aparatos de usa sola vez. Otra opción son los enchufes inteligentes que conectan y desconectan completamente los aparatos sin desenchufarlos e incluso son programables (aunque también son más caros que las tradicionales regletas).
Abrir la nevera constantemente puede ser un hábito que consume energía injustificada. El frío que genera tu nevera se pierde rápidamente cuando haces esto. Por eso, un pequeño consejo para reducir tu consumo de energía en casa es adoptar este hábito: piensa primero y después abre tu nevera.