¿Sabemos lo que pagamos en la factura de la luz?
Saber leer una factura de la luz puede resultar fundamental para ahorrar. Pero no sólo eso, el desconocimiento de todo lo que se paga cuando creemos que 'solo' pagamos la luz, es bastante notable. Así, para explicar de manera detallada el desglose de una factura de luz, vamos a usar con un ejemplo una factura de abril en la que el total de días de facturación fue de 37.
Lo primero que podemos ver en la misma son los datos de la factura, en donde aparece el periodo, el número diferentes fechas, el titular, su NIF y la referencia contrato suministro. Aquí no hay ninguna variación de un mes a otro. El cambio empieza en el total del importe, ya que según lo que se consuma, lógicamente, este es mayor o menor. En este caso el importe total de la factura es de 41,36 euros; viendo como 30,88 pertenecen a la energía, 3,30 a servicios y otros conceptos y 7,18 al IVA.
Es decir, con esos números, estaríamos pagando un 74,66% de energía. ¿Esos 30,88 euros es lo que se han consumido de energía? No, la energía consumida ha sido mucho menor. De hecho, en una página posterior de la factura podemos comprobar que de energía facturada se han pagado 14,08 euros, un 45,6% del total de la energía.
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Es decir, rizando aún más el rizo, si comparamos la energía facturada con el importe de la factura comprobamos que, en este caso, la energía que consumimos es sólo un 34% del total de la misma. ¿Y el otro 66%? Más energía, servicios y otros conceptos y el IVA.
Continuando con la energía, hay dos conceptos más que se pagan: la potencia contratada y el impuesto sobre la electricidad. La potencia contratada, que se puede comprobar cuál es en la factura, es siempre la misma, por lo que su precio no va a variar. Se multiplica el precio de esa potencia contratada por los días de facturación y se consigue lo que nos cuesta. En este caso, 15,30 euros (37 días por 0,137873 €/kW día). Pero además pagamos un impuesto sobre la electricidad, que en este caso es del 5,11269632 % de la potencia y de la energía facturada (1,50 euros).
Y este es el punto en el que más útil es conocer a la perfección nuestra factura, ya que la potencia contratada puede ser el factor clave para ahorrar en la luz. ¿Cómo? Muy simple, reduciendo la potencia contratada estaríamos reduciendo inmediatamente el precio que pagamos cada mes. Eso sí, hay que ser conscientes de las necesidades de cada casa, ya que la potencia necesaria no será la misma para una casa de una en la que viva una persona o para un domicilio en el que residan cuatro personas.
Terminado ya con la energía, que como comentamos anteriormente es casi el 75% del total de esta factura, pasamos a los servicios y otros conceptos. Aquí puede variar, ya que en el caso de esta factura se tienen contratado un servicio de urgencias eléctricas, algo que no es obligatorio, por un importe de 2,03 euros al mes. Lo que sí es común para todas las facturas es el alquiler de los equipos de medida, algo que por cada día pagamos 0,02663 euros.
Por último nos encontramos con el IVA, que actualmente es del 21% en la luz. En importe que se usa para calcular el IVA es la suma de la energía y de los servicios y otros conceptos, por lo que resulta un poco paradójico que en este caso estamos pagando también el IVA del impuesto a la electricidad. Más allá de eso, hay que ser conscientes de que este IVA supone, en el ejemplo dado, el 17,35% del importe total.
Aunque quizás esto puede cambiar a corto plazo, ya que una de las medidas que plantea el Gobierno para bajar el precio de la luz es pasar de un IVA del 21% al reducido del 10% reducido del 10%. Así, en este caso pasaríamos de pagar 7,18 euros a pagar 3,42, lo que supondría una rebaja de 47,63%.
Y es que si miramos con detenimiento la factura de la luz, sabremos qué estamos pagando exactamente y tendremos más posibilidades de poder ahorrar en un futuro.