La factura del carburante y de la electricidad ahoga cada vez más a las explotaciones agrícolas

Poner en marcha su tractor a Aurelio le cuesta tres veces más que hace un mes. El carburante y la electricidad, cuya factura se le ha encarecido en un 300%, son fundamentales para el mantenimiento de sus cultivos. Si los precios no se regulan pronto, le será inviable mantener su explotación.

"El campo tiene que seguir trabajando, tiene que seguir produciendo. Si nosotros no producimos porque los costes se nos disparan y no podemos sembrar, luego ¿qué se va a comer el año que viene?", se pregunta.

Los ganaderos afirman que es "una ruina total" la situación que viven

En la dehesa salmantina la subida de casi un 50% en los piensos para el ganado puede dar la puntilla al sector del toro de lidia. "Antes de venir la guerra, el abono y el gasoil ya estaban por las nubes. Y ahora, con la guerra de Ucrania, pues ya no está por las nubes, está por el universo. Es una ruina total para el campo la que tenemos", denuncian.

En la comarca de la Guareña, en Zamora, han recurrido tradicionalmente a la caza para lidiar con las especies invasoras que arrasan sus cultivos. Se sienten atacados por el Gobierno porque creen que la nueva Ley de Bienestar animal pretende acabar con el sector cinegético.

"Aquí el jabalí es un problema bastante grande porque el monte lo tenemos ahí al lado y te hace destrozos en los cultivos, en los girasoles, en los maíces, en las colzas, en las remolachas, en los ajos. Y como no se puede combatir, pues tenemos ese problema y cada vez más", lamenta un vecino.

El campo de Castilla y León lucha por no ser el sector más olvidado en esta crisis.