El sector de la hostelería y restauración es uno de los más castigados por la crisis del coronavirus. Hostelería de España, junto a FIAB y AECOC, ha realizado un estudio sobre cómo la COVID-19 ha dañado a un sector que supone más de 6% del PIB nacional.
Desde Casa Botín, su gerente, Antonio González, cuanta que "estamos desabastecidos. Estamos en un páramo desierto y tratamos de captar toda la clientela que podemos pero, no es fácil". A finales del mes pasado, el número de os trabajadores del sector no llegaba al millón y medio, frente a los más de un millón 800.000 empleados que sí había en 2019.
Es decir, más de 300.000 trabajadores menos que el año pasado. Actualmente, el 43,6% de los empresarios que han abierto mantienen a parte de la plantilla en situación de ERTE. Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España cuenta que "el sector, en estos momentos, restaurantes y bares están abiertos a, en torno, un 80%.
Calculamos que más de 40.000 empresas, en este momento, han decidido cerrar. Y, si la situación sigue empeorando, podría superar las 65.000 empresas como destrucción total del sector. Se estima que la facturación anual del sector hostelero español caiga por encima de un 50% este 2020, lo que podría significar una pérdida de hasta 67.000 millones de euros. Gallego explica que "en el peor de los escenarios, podríamos tener una destrucción del orden de 85.000 empresas y 400.000 puestos de trabajo".
La hostelería genera casi el 9% del empleo total de España. Ahora, el sector pide el apoyo de la ciudadanía para que, con responsabilidad, vuelva a sus bares y cafeterías de siempre, ya que cumplen estrictamente las normas higiénico-sanitarias y son lugares seguros. "Garantizar una experiencia segura en la hostelería es la clave.
Cuando un cliente llega, ese primer metro, al acceder a nuestros establecimientos, tiene que detectar que los protocolos se han tomado", dice Pere Chías, gerente de la Font de Prades en Poble Español. Solo el 20% de los hosteleros confían en que mejorarán las ventas en el tercer trimestre del año. Hoy, más que nunca, hay que luchar juntos para mantener vivos unos locales que son fuente de empleo y también espacios para el encuentro, la socialización, el debate... Una parte irrenunciable de nuestro patrimonio.