Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han alcanzado este martes un acuerdo para crear un fondo de recuperación de 750.000 millones con el que relanzar las economías del bloque comunitario, especialmente las de los países más golpeados por la pandemia de COVID-19, como España e Italia. Nuestro país recibirá unos 140.000 millones de euros de este fondo de los que 72.700 millones se darán en ayudas directas.
Este plan de reconstrucción, que estará financiado por una emisión sin precedentes de deuda conjunta por parte de la Comisión Europea y tendrá una duración de tres años, se sumará a un presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 de 1,074 billones de euros.
Para desbloquear la negociación han sido necesarios cuatro días de intensas negociaciones --que estuvieron cerca de descarrilar en la madrugada del domingo al lunes--y un puñado de cesiones a los países del Norte (Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia), los socios que con más firmeza han reclamado un plan menos ambicioso.
El autodenominado 'grupo de los frugales' ha peleado durante las cuatro jornadas por un fondo de menor cuantía con una contundencia que incluso llegó a irritar al eje franco-alemán de Angela Merkel y Emmanuel Macron y los socios del sur de bloque como Italia, España, Portugal y Grecia.
El pulso ha sido muy evidente por los mensajes cruzados que se han lanzado públicamente durante estos días, de un lado, los primeros ministros de Países Bajos y Austria, Mark Rutte y Sebastian Kurz, y del otro, los primeros ministros de Italia y de Portugal, Giuseppe Conte y António Costa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en cambio ha optado por un perfil más discreto y diplomático, según ha explicado Moncloa.
A pesar de su empuje, los países del norte no han conseguido reducir el tamaño global del fondo, que preserva los 750.000 millones iniciales, pero a cambio han obligado al resto de socios a recortar la parte que se distribuirá a los países en forma de subvenciones a fondo perdido, otra de sus principales reivindicaciones.
Finalmente, las transferencias se quedarán en 390.000 millones de euros, 110.000 millones menos que los que recogía la primera propuesta que llegó a la mesa de los líderes. El resto del fondo, 360.000 millones de euros, llegará a los Estados miembros en forma de préstamos que tendrán que devolver.
Países Bajos también ha conseguido introducir una mayor supervisión de las ayudas, pero no tendrá una capacidad real de veto si considera que las reformas que ha planteado un país concreto para recibir fondos no son las adecuadas.
El acuerdo final establece que los planes nacionales de reformas serán aprobados con mayoría cualificada entre los Veintisiete y los desembolsos posteriores dependerán del cumplimiento de una serie de objetivos preestablecidos. La Comisión Europea evaluará si se han cumplido estos objetivos, aunque excepcionalmente uno o más socios que tengan dudas de su análisis podrán pedir que debata entes a nivel de líderes.
Otra de las victorias que se han apuntado los países del norte es el aumento de sus 'cheques' de descuento del que se benefician los mayores contribuyentes al presupuesto de la UE. En concreto, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Alemania verán reducidas sus aportaciones durante todo el periodo en 53.000 millones que tendrán que completar el resto de Estados miembro.
"¡Acuerdo!", ha anunciado en redes sociales el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, poco después de las 5.30 horas del martes. "¡Día histórico para Europa", ha expresado también en Twitter el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado que el acuerdo es "una señal sobre la capacidad de actuar" de la UE. "Europa tiene la valentía y la imaginación de pensar en grande", ha enfatizado en una rueda de prensa la alemana.
Para el presidente español se trata de "un gran acuerdo para Europa y para España; no les quepa duda que hoy se ha escrito una de las páginas más brillantes de la historia de la UE", ha dicho Sánchez en rueda de prensa en Bruselas poco después de lograrse por fin el consenso.
Lo ha definido también como "un auténtico 'Plan Marshall' para dar respuesta contundente a la crisis de la COVID-19 pero también para abordar las transformaciones que el país necesita en e futuro, y ha destacado el hecho "inédito" de que la Comisión Europea se vaya a endeudar por primera vez para financiar el fondo.