España tardará cuatro años en recuperar el empleo perdido en la crisis económica desatada a consecuencia de la pandemia del coronavirus.
En nuestro país se han perdido cerca de 1,5 millones de puestos de trabajo en términos EPA (Encuesta de Población Activa). Aproximadamente la mitad son trabajadores que se encuentran aún en expedientes temporales de regulación de empleo, ERTE. Y la otra mitad se han destruido. Las previsiones anteriores indicaban que se tardarían tres años en volver a alcanzar los niveles de ocupación previos a la pandemia, pero la segunda ola vivida en nuestro país en octubre y noviembre empeora esas previsiones y las retrasan un año más, hasta 2024.
Son algunos de los principales datos y previsiones de la edición número 59 del Índice MapowerGroup, dirigido por el catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver. Uno de los trabajos más pormenorizados que se realizan en España sobre el comportamiento de nuestro mercado laboral. Y, en esta ocasión, las perspectivas vuelven a no ser muy halagüeñas.
Pero es que, además, los efectos de esta crisis vienen a sumarse a los de la profunda destrucción de empleo que supuso la anterior recesión, la que arrancó en 2008 por la crisis internacional del sector financiero. El pasado año y a comienzos de este 2020 en nuestro país aún no se habían recuperado todos los puestos de trabajo perdidos en esa etapa. Un nivel de ocupación, el del año 2007, que según las previsiones del profesor Oliver no llegaría a España hasta dentro de seis años, en 2026.
Raúl Grijlaba, director general de la región mediterránea de ManpowerGroup y presidente en España, ha destacado que “en nuestro país está habiendo un mayor impacto de esta crisis y más consecuencias económicas y sociales porque el mercado laboral español se había terciarizado; el 63% de los empleos se encuentran en los servicios”.
De hecho, casi todo el empleo perdido en esta crisis se concentra en las actividades de alojamientos, entretenimiento, agencias de viajes, servicios de comidas y bebidas, transportes, eventos, actividades artísticas y pequeño comercio.
Los resultados de este informe se han presentado esta mañana por videoconferencia desde la sede de la Cámara de Comercio en España, con la participación del presidente de ManpowerGroup España, Raúl Grijalba, y su directora general, María José Martín; el catedrático Jopep Oliver, que ha intervenido desde Barcelona; y el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y su directora general, Inmaculada Riera.
Los jóvenes son uno de los colectivos más castigados por esta crisis de empleo. En España hay más 1,5 millones de jóvenes en paro, una proporción que “no tiene parangón en toda la Unión Europea”, en palabras de Grijalba. El nivel de desempleo entre los menores de 34 años se ha elevado durante esta crisis del 20% al 26%. Es decir, más de uno de cada cuatro jóvenes se encuentran desocupados.
El otro grupo de trabajadores especialmente castigados son los que no tienen una alta cualificación. Sobre ellos recae la gran mayoría de la destrucción de empleo sufrida durante estos meses. Del millón y medio de puestos de trabajo perdidos, 1,2 millones son de profesionales que no tienen estudios superiores. Entre quienes sí los tienen, la pérdida se limita a 300.000 ocupados.
En cuanto al tejido empresarial, son las pequeñas y medianas empresas sobre las que recaen las mayores dificultades. Unas 100.000 pymes han cerrado, el 8% del total en nuestro país. Y del millón y medio de empleos perdidos en los últimos nueve meses en España (incluidos los que se encuentran en ERTE), “prácticamente el cien por cien estaban en empresas de menos de 250 empleados”, destaca Grijalba. Es decir, las más pequeñas.
El profesor Oliver, por su parte, ha alertado sobre el problema de liquidez de muchas pymes, que continúan con sus gastos pero ven reducidos en gran medida sus ingresos por la caída de la demanda, especialmente en los sectores de alojamientos y hostelería. Unos problemas de tesorería que podrían llevar a muchas más a terminar siendo insolventes y echando el cierre, lo que supondría una mayor pérdida de empleo el próximo año.
En este sentido, los máximos responsables de ManpowerGroup y la Cámara de Comercio, y el profesor Oliver, han coincidido en la conveniencia de prolongar los créditos ICO. Y abrir la senda de las ayudas directas como se está haciendo ya en otros países europeos; además de poner en marcha unas facilidades fiscales mucho más ambiciosas que las actuales. También han subrayado la importancia crítica de hacer un buen uso de los fondos europeos de reconstrucción cuando lleguen, contando para ello con la colaboración del sector privado. Así como en la necesidad de potencias la internacionalización de las empresas de nuestro país y desarrollar un gran plan de recualificación de muchos de nuestros trabajadores.