El informe de la OCDE es un jarro de agua fría para toda Europa y de hielo para España. Se da a conocer el mismo día que la ministra de Hacienda reconoce que no subirá los impuestos ni a la clase media ni a la clase trabajadora. Lo ha dicho en la sesión de control del Congreso en la que Sánchez no ha sido tan categórico a la hora de hablar de la posibilidad de los recortes a preguntas de Bildu. Se ha limitado el presidente a señalar que hará una profunda revisión de la fiscalidad y endeudará al país para dar cobertura social a los afectados por el coronavirus.
La realidad es que el panorama económico se presenta desolador para toda la OCDE y más en el caso de España, que sería la más perjudicada si se produjera un rebrote. Ahora que la nueva normalidad está más cerca, la economía de servicios de España teme como pocas que el virus reaparezca con fuerza tras el verano.
Los ingresos reales por habitante en las economías avanzadas pueden llegar a retroceder para 2021 hasta niveles de 2016 o incluso de 2013 en función de si la recuperación gradual proyectada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sigue adelante sin sobresaltos o de si en la segunda mitad de 2020 se produce una nueva oleada de contagios de Covid-19. Así de crudo.
De este modo, en un escenario de rebrote de la enfermedad, la OCDE anticipa una caída media de la renta per cápita del 9,5% en 2020, con disminuciones sustanciales en todas las economías, que se situaría en 2021, a pesar de cierta recuperación prevista, al nivel de 2013, mientras que bajo la hipótesis de una recuperación sin nueva ola de contagios, la disminución prevista de los ingresos es menor, aunque en 2021 se situarían en su nivel más bajo desde 2016.
En concreto, la organización internacional calcula que en un escenario sin rebrote de la pandemia los ingresos reales por persona en 2021 serán en promedio 1.700 dólares (unos 1.575 euros) inferiores a los de 2019, mientras que el impacto adverso en la renta per cápita alcanzaría los 3.500 dólares (unos 3.240 euros) en 2021 en caso de un rebrote de la enfermedad.
"La crisis arrojará una larga sombra sobre el mundo y las economías de la OCDE", advierte la institución, que pronostica una subida de la tasa de paro entre los miembros del 'club de países ricos' hasta 10% en 2020 desde el 5,4% de 2019 en el supuesto de un rebrote de la enfermedad, con una mínima reducción al 9,9% en 2021, mientras que en el escenario sin nuevos contagios el paro subiría al 9,2% este año para reducirse al 8,1% en 2021.
"Se prevé que el desempleo mediano de la OCDE este año esté en el nivel más alto durante veinticinco años, y se alivie solo lentamente en 2021", subraya la institución, señalando que el impacto de la pérdida de empleos probablemente se sentirá con particular intensidad en los trabajadores más jóvenes y entre los trabajadores menos cualificados, con el consiguiente riesgo de que muchas personas queden atrapadas en el desempleo durante un período prolongado.
De este modo, la OCDE considera necesario un esfuerzo renovado para implementar reformas que fortalezcan la productividad y el crecimiento del empleo de una manera inclusiva, y fomenten la reasignación de recursos en todos los sectores, para contrarrestar estos shocks negativos relacionados con la crisis.
En este sentido, la organización dirigida por Ángel Gurría apunta que muchos de los sectores de servicios más afectados por la pandemia son relativamente intensivos en empleo, con muchos trabajadores con salarios bajos o contratos no estándar y en ocupaciones donde el teletrabajo es más difícil, mientras que los cierres forzosos, la reapertura a niveles más bajos de capacidad y los cambios en las preferencias y el comportamiento de los consumidores pueden suponer que muchas empresas ya no sean viables, con pérdidas permanentes de empleo.
"Es probable que la interrupción resultante de la pandemia deje cicatrices duraderas en muchas economías. Los niveles de vida se han reducido significativamente, el desempleo está subiendo muy por encima de los niveles previos a la crisis, lo que aumenta el riesgo de que muchas personas queden atrapadas en períodos de paro más largos mientras que la inversión se está derrumbando", advierte la OCDE, señalando que el impacto directo en los medios de vida de las personas es particularmente severo entre los grupos más vulnerables de la sociedad.
La economía española será la más afectada de todos los países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con una contracción de su producto interior bruto (PIB) en 2020 que llegará hasta el 14,4%.
Según las previsiones económicas presentadas este miércoles por el organismo que preside el mexicano Ángel Gurría, se estiman contracciones similares para todas las principales economías de la zona euro, aunque España será la principal afectada entre todos los países que componen la moneda común. La OCDE ha decidido en esta ocasión presentar dos posibles escenarios.
El primero contempla que no habrá un segundo rebrote del Covid-19 en 2020, por lo que el PIB de España se contraerá un 11,1% este año y experimentará un repunte del 7,5% durante 2021. En este escenario, el país más afectado de la OCDE sería Reino Unido, con una caída de su PIB del 11,5% en 2020 y un crecimiento del 9% en 2021. Por detrás se situarían Francia, que se contraerá un 11,4% en 2020 y crecería un 7,7% el año que viene; e Italia, cuyo PIB descendería un 11,3% este año y aumentaría también un 7,7% el próximo.
Alemania, la mayor economía de la UE, se contraería un 6,6%, pero en 2021 experimentaría un repunte del 5,8%. El conjunto de la eurozona observaría un descenso del PIB del 9,1% en 2020, mientras que en todo el mundo la contracción sería del 6%.
El segundo escenario contemplado por la OCDE contempla que se producirá una nueva oleada de contagios en la segunda mitad del año. Si esto ocurriera, España pasaría a ser el país más afectado de toda la OCDE, ya que su PIB bajaría un 14,4% en 2020 y únicamente crecería un 5% en 2021.
Por detrás de España se situarían el resto de economías europeas. Francia se contraería un 14,1% este año para crecer un 5,2% el que viene, mientras que Italia descendería un 14,1% en 2020 y repuntaría un 5,2% en 2021. Reino Unido registraría una caída del 14% este año, mientras que la de Alemania será del 8,8% y en el conjunto de la zona euro alcanzará el 9,4%.
La OCDE ha explicado que la recuperación más lenta de España en el escenario más pesimista se debe a que un segundo brote del virus provocará tenga "efectos más persistentes" en el mercado laboral, en la situación financiera de las empresas y en los hogares. "En ambos escenarios, la caída en la demanda doméstica, debido a la destrucción de empleo y la paralización de la actividad, es la clave de la contracción. La reducción de la demanda externa, especialmente del turismo, afectaría mucho a la economía en 2020", ha explicado la OCDE.
En este sentido, el club de países ha señalado que la expansión de la capacidad de los hospitales y de testeo de casos, así como la rápida identificación de personas infectadas, serán "cruciales" para prevenir futuros brotes. Con respecto al mercado laboral, las previsiones de la OCDE suponen eliminar la mejora de los niveles de empleo en los últimos años. En el escenario con un solo brote, la tasa de paro llegaría hasta el 19,2% este año, cinco puntos porcentuales más que el año pasado, mientras que en 2021 todavía estaría situada en el 18,7%.
El peor escenario posible sería en caso de que haya un segundo brote. En ese caso, la tasa de desempleo escalaría hasta el 20,1% en 2020 y volvería a subir en 2021 hasta llegar al 21,9%, lo que supondría volver a máximos desde 2015. La OCDE no daba previsiones para España desde noviembre, ya que en las actualizaciones que realiza entre sus previsiones de otoño y primavera únicamente incluye a Alemania, Italia y Francia como países de la zona euro. En ese momento, el organismo preveía un crecimiento del 1,6% para este año. En abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que la contracción de la economía española sería del 8% en 2020, mientras que en 2021 el crecimiento se limitaría al 4,3%.