A finales del mes de mayo el Gobierno decidió dar luz verde a la prórroga de los Erte hasta después del verano, incorporando a nuevos sectores en la categoría de actividades ultraprotegidas y sacando de la lista a otras. La incertidumbre se traslada así hasta el mes de septiembre, momento en que terminaría esta protección extra relacionada con la pandemia por coronavirus. ¿Cuáles son los planes del ejecutivo para los meses posteriores? ¿Qué pasará con los Erte después del verano?
En principio, todo indica que habrá una nueva prórroga de los Erte por coronavirus una vez finalice el verano. Así lo anunció recientemente la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien dio por seguro que el esquema de ayudas a los expedientes de regulación temporal de empleo se tendrá que volver a negociar para una quinta prórroga antes de que el 30 de septiembre decaiga el acuerdo actualmente vigente. El mensaje es claro: este instrumento seguirá utilizándose mientras sea necesario.
Esta decisión encontraría su anclaje, en gran medida, en la gran dependencia del turismo que existe en determinadas comunidades autónomas y en las restricciones al turismo a nivel internacional. Lo que no está claro es cuáles serían las características de esta quinta prórroga o si será la última de ellas. De hecho, en la mesa de modernización del mercado laboral se están negociando reformas estructurales, entre las que se encuentra el futuro mecanismo permanente de los ERTE, con la previsión de que estas reformas "estén publicadas en el BOE antes del 31 de diciembre.
Parte de estas novedades en el mercado laboral tienen que ver con la propuesta por parte del Gobierno de la creación de una nueva modalidad de ERTE: el llamado Mecanismo de Sostenibilidad del Empleo (MSE). Este mecanismo está pensado con vocación de permanencia y permitirá contener la destrucción de empleo durante las crisis, aplicándose cuando razones "imprevisibles" impidan el normal desarrollo de una actividad empresarial.
Estos nuevos ERTE empezarían a funcionar cuando la situación provocada por la pandemia de covid se normalice, y prevén la suspensión del contrato o reducción de jornada cuando, por razones de "carácter imprevisible", ajenas a la voluntad empresarial, cualquiera que sea la causa, se impida o limite el desarrollo normalizado de una empresa en alguno de sus centros de trabajo.
Además, el Gobierno busca que el Estatuto de los Trabajadores (ET) de prioridad al MSE, de manera que sea preferente ante extinciones por causa económica, técnica, organizativa y de producción. Así, la empresa deberá motivar "suficientemente”, en el caso de extinción por estas causas
Por otro lado, antes del despido, las empresas podrán optar por una reducción de jornada a través de estos nuevos ERTE post-covid si se comprometen a mantener el empleo para los trabajadores afectados. Además, mientras se aplique el MSE, los empleados no podrán realizar horas extra, y las empresas no podrán contratar a nuevos trabajadores, ni de manera indirecta ni directa.
Un punto importante es que, a diferencia de los Erte actuales, en los que se cobra una prestación por desempleo equivalente al porcentaje de jornada no trabajada, con el MSE no está prevista prestación adicional. Sí se plantea la puesta en marcha de un fondo que se nutrirá de los excedentes del paro, de las multas a las grandes empresas que hacen ERE y de los fondos europeos, para que, caso a caso, Gobierno, patronales y sindicatos examinen a qué empresas o sectores en MSE se les puede dar una ayuda: bonificaciones o prestaciones.