'Coronavirus' se ha convertido, sin duda alguna, en la palabra que mejor puede resumir todo lo vivido el pasado 2020 en nuestro Planeta. Tras ella se encierran miles de hechos, datos y nuevas tendencias de todo tipo que tocan todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas. La economía es uno de ellos y, curiosamente (o no tanto si atendemos a las causas), China fue no solo el país de origen del nuevo covid, sino también uno de los que más rápidamente comenzaron a recuperar sus cifras, cerrando el año en positivo si atendemos a su PIB. De hecho, países europeos ya miran a China en busca de vacunas, como antes lo hizo el mundo en busca de mascarillas o guantes. La potencia china está llamada a romper con el liderazgo americano. Con todo, el agotamiento de 2020 y nuestros cambios en materia de consumo a nivel internacional nos invitan a analizar cómo ha quedado el panorama empresarial en este país. ¿Cuáles son las 10 empresas más grandes de China si miramos hacia 2020? ¿Ha habido cambios importantes?
China se ha convertido en uno de los lugares del mundo donde más rápidamente se supo contener la propagación del covid-19 y neutralizar sus efectos en lo social y en lo económico. De hecho, ya en octubre de 2020 el gigante asiático se distanciaba del resto de las potencias del mundo, pasando en el tercer trimestre del negativo al positivo, con un crecimiento del PIB del 4,9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior y un crecimiento anual del 0,7 por ciento.
En el plano empresarial, las medidas de contención y el férreo control ciudadano permitieron proteger la economía o, al menos, evitar su debacle absoluto. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta al cierre de fábricas y la reanudación ordenada de la producción, así como al uso de datos para detectar focos y aislar, como factores que explican la rápida recuperación china.
Además, influyen en la economía china del pasado 2020 la demanda internacional de productos relativos a la pandemia o las políticas de estímulo. Algo similar a lo que observamos en el caso de Taiwan.
Con este panorama tan novedoso, cobra especial interés analizar cuáles son las empresas más grandes de China. Por eso resumimos la actividad de las 10 más importantes en función de sus ingresos, según la lista Fortune Global 500 que elabora cada año la revista Fortune.
Un apunte previo: cabe recordar el importante peso de la empresa pública en China, que genera entre el 30 y el 40 por ciento del PIB de todo el país (en general, mucho más que en los países occidentales). Además, aproximadamente 20 por ciento del empleo total de China lo generan empresas públicas, que se dedican a áreas muy variadas. Existen, además, distintos niveles de control por parte del Gobierno chino, también a nivel geográfico.
Se trata de una de las principales compañías de petróleo de China y la segunda empresa más grande del mundo, solo por detrás de una norteamericana. Se dedica a la exportación de petróleo y gas; a la refinación y comercialización; a la producción de petroquímicos y fibras químicas... También suministra al resto del mundo fertilizantes químicos y otros productos de este ámbito.
Tal y como recuerda la revista Fortune, el gigante petrolero y químico estatal de China se mantuvo estable en el número 2 en la clasificación del pasado año, aunque sus ganancias descendieron en un 16,2 por ciento. Sinopec "apostó fuerte en expandir la capacidad de producción justo cuando los precios del petróleo se volvieron volátiles".
Además, las medidas de bloqueo de China para contrarrestar la pandemia de coronavirus golpearon la demanda de energía cuando la actividad industrial se detuvo. El resultado fue una pérdida trimestral récord en el primer trimestre para Sinopec y recortes en el gasto de capital. Sin embargo, hubo señales de una rápida recuperación: en abril, la compañía aseguró que sus ventas diarias habían regresado al 90 por ciento de sus niveles previos al cierre.
La segunda empresa más grande de China y tercera del mundo es la eléctrica estatal china. Sus ventas cayeron poco menos del 1 por ciento en 2019 y, como hecho relevante, Beijing nombró a Mao Weiming como presidente de esta empresa a principios de 2020, lo que supone la primera vez que se coloca a su frente a un dirigente sin experiencia previa en esta industria.
El predecesor de Mao se había opuesto a un plan del Gobierno el año pasado que garantizaba que la compañía eléctrica compraría energía limpia a los operadores de plantas de energía renovable. El programa está vinculado al esfuerzo de China por ecologizar su suministro de electricidad, pero podría restringir los márgenes de beneficio de State Grid. Se cree que Mao está más dispuesto a aceptar el plan.
La tercera de la lista (cuarta del mundo) es China National Petroleum Corp (CNPC), la empresa matriz de propiedad estatal del segundo productor de petróleo más grande del país, PetroChina. La caída de los precios del petróleo y la demanda de energía ejercieron presión sobre los ingresos y los márgenes de beneficio de la industria, y PetroChina no es una excepción.
Incluso antes de que comenzara la pandemia, PetroChina anunció una caída del 58 por ciento en las ganancias en el tercer trimestre de 2019, causada por el exceso de capacidad en el mercado chino de gas natural. A pesar de los vientos en contra, la refinería de petróleo y gas mantiene su lugar en el número 4 en la lista Global 500, la misma clasificación que ha mantenido durante cuatro años.
La pandemia no ha impedido que China State Construction Engineering (CSCE), una de las empresas de construcción más grandes del mundo, firme contratos. En los primeros seis meses de 2020, el gigante estatal obtuvo nuevos negocios por valor de unos 136.000 millones de dólares, un 4,8 por ciento más que en el mismo período de 2019.
Dado que las economías de todo el mundo se han estancado debido al bloqueo causado por el coronavirus, muchos gobiernos han recurrido a las infraestructuras como inversión. En este sentido, CSCE, como imagen de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, se encuentra entre las empresas más importantes del mundo en este ámbito, pero el covid-19 como problema global implica que muchos de los proyectos pendientes de la CSCE podrían sufrir retrasos que podrían prolongarse meses o incluso años.
ICBC, el banco más grande de China por activos, está entrando en tiempos inciertos. Estados Unidos ha amenazado con sancionar a los bancos que trabajan con los funcionarios del gobierno chino que han impulsado una ley de seguridad nacional en Hong Kong. La medida podría, en el peor de los casos, separar a ICBC del dólar estadounidense, restringiendo la capacidad del banco para procesar pagos internacionales.
ICBC también sufrió una pérdida simbólica en junio de 2020, pasando al segundo lugar entre las empresas públicas más valiosas que cotizan en China continental. El primer lugar lo ocupó Kweichow Moutai, un fabricante de licores, cuyas acciones se dispararon durante la pandemia de covid-19.
China Construction Bank vio caer su capitalización de mercado en la primera mitad de 2020, cuando la pandemia de coronavirus ahuyentó a los inversores del sector financiero. Pero ser una gran institución de propiedad estatal mayoritaria tiene sus ventajas: "las grandes reservas de capital de CCB y el apoyo del gobierno deberían ayudarlo a capear la recesión económica provocada por la pandemia, incluso cuando los bancos chinos más pequeños luchan", tal y como analiza Fortune.
Cuando el Banco Agrícola de China se hizo público en 2010, recaudó 22,1 mil millones de dólares en lo que entonces era la oferta pública inicial más grande del mundo. Una década después, el banco se ubica entre los 50 primeros. Hoy es uno de los prestamistas comerciales más grandes de China, especialmente en áreas rurales, donde sus nuevos préstamos aumentaron 10.18 por ciento en la primera mitad de 2020, incluso cuando dio comienzo la pandemia.
El Banco de China quiere convertirse en el prestamista global insignia de China y afirma que ya es el banco más globalizado de China, con operaciones en 61 países. La Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y la estrategia de desarrollo mundial de Beijing se han convertido en una gran parte del impulso global del banco, que ha proporcionado 160 mil millones de dólares en financiación para 600 proyectos desde el lanzamiento de esta propuesta en 2013.
Cuando el presidente Liu Liange asumió el cargo en julio de 2019, las ganancias del banco estaban estancadas en comparación con el año anterior. Desde entonces, se han recuperado, incluso en medio de la pandemia, con un aumento de los ingresos netos del 3 por ciento en el primer trimestre de 2020.
China Life Insurance, de propiedad estatal mayoritaria, es la mayor aseguradora de vida del país y ofrece productos de seguros de vida, de accidentes y de salud. En 2019, celebró el 70 aniversario de su fundación y vio aumentar los ingresos un 16,3 por ciento interanual en medio de una "revitalización" en toda la empresa que incluyó la reestructuración y la introducción de nuevos modelos organizativos.
Durante el brote de coronavirus en China a principios de 2020, China Life proporcionó protección de seguro gratuita para 2,48 millones de trabajadores de primera línea, según su informe de fin de año, aunque no dijo cuánto costó esa iniciativa.