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La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) calcula que el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 61 % desde 2018 ha impedido, por otra parte, la creación de 350.000 puestos de trabajo en las denominadas microempresas, es decir, aquellas con menos de diez empleados.
Así lo aseguran en un informe del servicio de estudios de Cepyme publicado este lunes, en el que apuntan que el empleo en las microempresas ha crecido 0,9 % desde finales 2018 frente al 12,9 % que podría haber subido con la tendencia previa a la fuerte subida del SMI, fijado para 2025 en 1.184 euros brutos mensuales en 14 pagas, y que tendrá que tributarse por primera vez; algo que ha causado división en el Gobierno de coalición.
Siguiendo esa línea, el estudio apunta que España tiene el salario mínimo más costoso de toda la Unión Europea (UE) en relación con la productividad, asegurando que supera el umbral del 60 % de la remuneración media sugerido por la Carta Social Europea.
Apoyándose en el informe, desde Cepyme insisten en que las pymes, que suponen el 99% del tejido productivo español, son las más castigadas por el aumento del SMI.
A ese respecto, la patronal defiende que la imposición de un salario mínimo creciente supone “la práctica intervención de algunos sectores como el comercio y la hostelería”, en los que la gran mayoría de los asalariados se sitúan en rangos de SMI.
Más allá, desde Cepyme afirman que el aumento del SMI ha sido desproporcionado en comparación con la evolución de la facturación y la productividad, argumentando que ha subido desde 2018 el doble que las ventas del comercio minorista y más del triple que las ventas registradas por los negocios con un solo establecimiento.
Así, a nivel territorial, el informe estima que el SMI supera el umbral del 60% del salario medio nacional en 42 provincias y supone el 75 % en 34 de ellas.
Según los datos del informe, Ávila, Zamora y Toledo son las provincias en que más se supera este umbral, con un 95,1 %, 93,1 % y un 89,7 % respectivamente, cifras que, según Cepyme, dificultan la competitividad con el resto de provincias al sumarse a otros fenómenos como la despoblación y la falta de mano de obra.
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