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Las dos declaraciones de la renta que deben presentar los mayores de 52 años para no perder su subsidio
Para mantener activo el subsidio para mayores de 52 año hay cumplir una serie de requisitos administrativos
Uno de los más importantes, y a menudo desconocido, es la presentación de dos declaraciones de rentas al año: te decimos cuáles son
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El subsidio para mayores de 52 años se ha consolidado como una prestación clave para muchas personas que enfrentan dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Sin embargo, esta ayuda económica no es automática, y mantenerla activa requiere que los beneficiarios cumplan con una serie de requisitos administrativos.
Uno de los más importantes, y a menudo desconocido, es la presentación de dos declaraciones de rentas al año: la Declaración Anual de Rentas (DAR) y la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
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Ambas son obligatorias y fundamentales para garantizar la continuidad de esta prestación, y su incumplimiento puede derivar en la suspensión del subsidio.
Obligaciones clave para conservar el subsidio
Declaración Anual de Rentas (DAR)
Este trámite debe presentarse al SEPE cada 12 meses desde la fecha de aprobación del subsidio o su última renovación. En este documento, el beneficiario declara sus ingresos y se asegura de que no exceden los límites establecidos, que en 2024 son de aproximadamente el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
La presentación se realiza de forma presencial o en línea, y su incumplimiento puede llevar a la suspensión temporal del subsidio.
Declaración del IRPF
El segundo requisito es presentar la declaración de la renta anual ante la Agencia Tributaria, aunque el beneficiario no esté obligado fiscalmente por su nivel de ingresos. Este trámite, que se realiza entre abril y junio, es fundamental para demostrar que las rentas del beneficiario están dentro del umbral permitido por la normativa.
¿Qué ocurre si se incumple?
La falta de presentación de cualquiera de estas declaraciones genera la suspensión automática del subsidio. Aunque el SEPE permite solicitar la reanudación del beneficio, es crucial regularizar la situación dentro de los seis meses posteriores a la suspensión. De lo contrario, el derecho al subsidio podría perderse de manera definitiva. Este proceso busca garantizar que solo quienes realmente cumplen con los requisitos continúen recibiendo la ayuda económica.
Además, en caso de suspensión, la reanudación del subsidio no incluye los pagos correspondientes al período de tiempo en el que no se cumplieron las obligaciones. Esto significa que, aunque el beneficiario reactive su prestación, no podrá recuperar los pagos suspendidos, lo que representa una pérdida económica significativa para quienes dependen de esta ayuda.
Cómo evitar problemas con estas dos declaraciones
Para evitar complicaciones al conservar el subsidio para mayores de 52 años, es esencial seguir algunas recomendaciones clave.
Controlar fechas y plazos
Mantener un calendario actualizado con las fechas de presentación de ambas declaraciones ayuda a evitar olvidos.
Solicitar asesoramiento
Consultar con expertos en materia fiscal o acudir directamente al SEPE puede facilitar la comprensión de los requisitos y procedimientos.
Aprovechar herramientas digitales
El SEPE y la Agencia Tributaria ofrecen plataformas en línea para realizar trámites de forma ágil y sencilla, lo que reduce los errores y asegura el cumplimiento de las obligaciones.
Revisar los límites de ingresos anualmente
Dado que los umbrales para recibir el subsidio pueden cambiar según el SMI, es importante verificar cada año si se sigue cumpliendo con los requisitos.
El subsidio para mayores de 52 años no solo representa un alivio económico para quienes enfrentan dificultades laborales, sino que también garantiza su cotización a la Seguridad Social hasta alcanzar la edad de jubilación.
Por lo tanto, la suspensión del subsidio no solo afecta los ingresos del beneficiario, sino también sus derechos futuros de pensión.
Cumplir con la presentación de las dos declaraciones obligatorias es un requisito indispensable para conservar esta prestación. Además de garantizar la continuidad de los pagos, ayuda a evitar complicaciones legales y económicas. Por ello, es fundamental que los beneficiarios se informen adecuadamente sobre sus obligaciones y mantengan un control riguroso de sus plazos y documentos. El cumplimiento no solo asegura el acceso al subsidio, sino también una mayor tranquilidad y estabilidad financiera.
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