Cada vez más autónomos en España están usando Bizum como una herramienta para agilizar los cobros. Esta plataforma de pago, utilizada principalmente por particulares, ha lanzado opciones específicas para empresas y autónomos, lo que lo convierte en una alternativa rápida y eficiente a los métodos tradicionales de pago. Sin embargo, su uso en el ámbito profesional plantea ciertas preguntas lógicas sobre seguridad, fiscalidad y los límites de transacciones que deben tenerse en cuenta para hacer un uso adecuado y conforme a la ley.

Sí, Bizum es un medio de pago seguro que cumple con las regulaciones europeas de seguridad en transacciones digitales, como la Directiva PSD2, y cuenta con autenticación en dos pasos. Sin embargo, a nivel legal y fiscal, es importante que los autónomos declaren correctamente los ingresos percibidos a través de Bizum, dado que Hacienda los considera ingresos sujetos a tributación como cualquier otro método de pago, ya sea por transferencia bancaria o tarjeta.

Para autónomos y empresas, Bizum ha desarrollado un servicio especializado que les permite recibir pagos de forma directa en la cuenta bancaria asociada. Aunque esta opción todavía no está adoptada de forma masiva para realizar transacciones presenciales en todos los bancos, sí que es compatible con el comercio online.

Por tanto, aunque Bizum es seguro y protege la identidad bancaria mediante el número de teléfono asociado, su uso sí que presenta algunos riesgos específicos para autónomos. Los errores de los clientes al introducir el número de teléfono pueden generar problemas en la recepción de pagos. Para minimizar estos riesgos, existe la opción de facilitar a los clientes un código QR que está vinculado directamente con el número de teléfono de la empresa, reduciendo el margen de error y acelerando el proceso de pago.

Es importante tener en cuenta que Bizum tiene ciertos límites para evitar el uso irregular o fraudulento. Los autónomos y empresas pueden recibir un máximo de 60 transacciones al mes, con un tope de hasta 2.000 euros diarios y de 5.000 euros mensuales. Estos límites, aunque son adecuados para pequeños negocios o profesionales, pueden ser demasiado estrictos para actividades con un volumen de facturación más alto.

Por otra parte, desde el punto de vista fiscal, todos los ingresos recibidos a través de Bizum deben registrarse y declararse en las liquidaciones de IVA e IRPF (o Impuesto de Sociedades en el caso de las empresas). Hacienda trata estos cobros como cualquier otra venta o servicio, por lo que es importante llevar un registro detallado de cada una de las transacciones y seguir emitiendo facturas a cada cliente, tal como se haría con el resto de métodos de pago.

Bizum es una opción cómoda y segura para aquellos autónomos que gestionan volúmenes de facturación relativamente bajos y prefieren un método de pago rápido y eficiente. Sin embargo, aquellos que tienen un flujo de ingresos más alto o una base de clientes amplia deben tener en cuenta estos límites en las transacciones y si las obligaciones fiscales asociadas se adaptan bien a su modelo de negocio.