Quedarte fuera del mercado laboral pasados los 45 es una faena, por no decir un drama. Según los datos del SEPE, 2021 cerró con 1.300.000 parados mayores de 45 años, a los que hay que añadir los miles de personas que no están apuntadas al paro porque han perdido la esperanza o porque sobreviven en la economía sumergida. Para facilitar la reincorporación al mercado laboral de estas personas existen incentivos y subvenciones a los que contratan a mayores de 45. Son argumentos económicos que pueden decantar hacia tu lado la decisión del empresario a la hora de elegir a quién contratar.

Existen desde hace años distintas normativas nacionales y autonómicas que incorporan beneficios y ayudas a la contratación de mayores de 45 años. La más interesante es el Real Decreto 818/2021, que regula los programas nacionales de activación para el empleo  y que tiene una línea de actuación específica para "evitar discriminaciones por razón de edad". La entrada en vigor de la reforma laboral no ha eliminado estas bonificaciones.

Si tienes 45 o más años y te hacen un contrato indefinido, la empresa tiene derecho a una subvención de 5.500 euros. Esta será de 6.000 euros si además eres mujer, persona con discapacidad o perteneciente a cualquier otro colectivo vulnerable que determine el SEPE).

Si eres parado de larga duración, es decir, si llevas más de un año apuntado al paro y no has trabajado, la subvención para quien te contrate es de 7.000 euros, (7.500 euros si eres mujer, persona con discapacidad o perteneciente a cualquier otro colectivo vulnerable).

Además, si eres autónomo y contratas a tu primer trabajador y este tiene más de 45 años, te pueden conceder una cuantía adicional de hasta 2.000 euros.

También te conviene consultar el Real Decreto Ley 8/2019, donde se incluyen ayudas a la contratación a parados de larga duración. Si es tu caso, la empresa que te contrate se ahorra 108 euros al mes (125 euros si eres mujer) en impuestos. Para ello debes haber estado inscrito como demandante de empleo al menos 12 meses, de los 18 anteriores al alta.

Las empresas que contraten de forma indefinida a parados de larga duración también podrán aplicar una bonificación de 1.300 euros en las cuotas anuales a la Seguridad Social (1.500 euros, si eres mujer). Esta bonificación podrá aplicarse durante 3 años, siempre que se mantenga el nivel de empleo total alcanzado con esa contratación y se mantenga contratado al trabajador como mínimo 2 años. En caso de incumplimiento, la empresa debería devolver los beneficios aplicados.

Para la contratación de víctimas de violencia de género o de terrorismo existe una bonificación de 1.500 euros. Y si estás en riesgo de exclusión social, hay una bonificación de 600 euros si te hacen contrato indefinido si y de 650 euros para conversiones en indefinido. 

Si se contrata a una persona beneficiaria de prestaciones por desempleo para sustituir al trabajador, mientras dure la excedencia, se podrá aplicar una reducción del 95% en la cuota por contingencias comunes durante el primer año. Para el segundo y tercer año, se aplicaría una reducción del 60% y 50% en las contingencias comunes respectivamente.

Igualmente continúan vigentes las bonificaciones para los contratos de interinidad para sustituir a trabajadores durante los periodos de descanso por maternidad, adopción, acogimiento, paternidad o riesgo durante el embarazo o la lactancia. En estos casos, se aplicará una bonificación del 100% de la cuota empresarial y recaudación conjunta, tanto del trabajador sustituido, como del interino contratado. La bonificación puede aplicarse mientras se extienda el periodo de sustitución.

Si tienes más de 45 años y alguna discapacidad, quien te contrae puede recibir una subvención de 5.900 euros al año, que puede llegar a los 6.300 euros al año si la discapacidad es severa.

Los programas de activación para el empleo contemplan también ayudas para los que deciden poner en marcha un negocio. Si quieres hacerte autónomo puedes recibir ayudas de hasta 7.500 euros, en función de las dificultades de inserción que establezca el SEPE. Y también existen subvenciones para ayudar a financiar las inversiones necesarias para la puesta en marcha de una empresa. Por ejemplo, hasta 4 puntos del interés que te pida el banco para la creación de una empresa, o el 75% del coste de los servicios de consultoría si los necesitas, con una cuantía máxima de de 2.000 euros, o una subvención de hasta el 75% de los costes de formación, hasta 2.400 euros.

Por último, las empresas que te contraten pueden recibir subvenciones para la formación necesaria para reciclar tus conocimientos, si esto es necesario.

Todas estas ayudas y subvenciones son poco conocidas y en ocasiones están sujetas a la disponibilidad presupuestaria, ya que los fondos se reparten a las CCAA anualmente a través de los Presupuestos Generales del Estado.  Por eso lo mejor es acudir a la oficina de Empleo más próxima y asegurarte de qué beneficios son aplicables en tu caso. Puede suponer la diferencia entre que te contraten, o no.