En un pozo negro hasta 2024. Así ve la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) una economía española donde ha empeorado en 3,2 puntos porcentuales su previsión de caída del PIB para este año, hasta el 13%, debido al mayor número de contagios y su efecto disuasorio en la llegada de turistas y al impacto en la confianza de los consumidores, mientras que para el ejercicio 2021 augura un repunte del 7,9% por el efecto arrastre y la previsible contención de rebrotes de Covid y la normalización de comportamientos.
La tasa de paro escalará al 17% este año y al 17,2% el próximo ejercicio, con un nivel de déficit del 12,2% y el 8%, respectivamente, con un aumento del gasto público solo este año de 26.000 millones de euros y un desplome de la recaudación de 72.000 millones de euros.
Como consecuencia, Ocaña ha indicado que el mercado laboral registrará un "agravamiento" por la crisis, que se reflejará en una caída del número de horas trabajadas similar a la del PIB este año (-13%) y elevará la tasa de paro al 17% para el conjunto del año, alcanzando el 19,9% en el último trimestre. En 2021 el paro se situará en el 17,2% y a finales de 2021 habrá 600.000 parados más que antes de la crisis.
Estas son las últimas previsiones de otoño para la economía española de Funcas, presentadas en rueda de prensa telemática por el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Economía Internacional de la fundación, Raymond Torres, que han achacado el empeoramiento de previsiones al aumento de contagios y su efecto disuasorio en la llegada de turistas extranjeros (2 puntos de PIB este año) y al impacto negativo en la confianza de los consumidores (1 punto).
Ocaña ha explicado que pese a este empeoramiento de previsiones y la caída del PIB del 18,5% en el segundo trimestre, se augura una mejoría en la segunda mitad del año, con un rebote económico del 11,6% en el tercer trimestre, lo que supondría una recuperación de casi el 40% de la actividad perdida los dos trimestres previos.
Para el cuarto trimestre augura un alza del 1,6%, que se prolongará en 2021, cuando la economía crecerá un 7,9% en el ejercicio, si bien no se recuperarán los niveles pre-Covid de crecimiento hasta 2023 o 2024, un año más tarde de lo estimado en primavera.
En los sectores asociados al turismo, el ocio y la cultura, la actividad caerá en 2020 un 35,5%, según ha indicado Ocaña, mientras que el retroceso será de un 4% en el resto, lo que hace que la contracción de la actividad en España sea una de las más acusadas de Europa, según Torres, quien ha achacado esta situación también a la mayor incidencia en España de los contagios y al menor apoyo fiscal.
La demanda nacional se contraerá un 11,6% este año y crecerá un 6,8% en 2021, mientras que el saldo exterior cederá un 1,4% y un 1,1%, respectivamente.
La previsión se ha realizado para el supuesto de una contención de los rebrotes, con la llegada de una vacuna a finales del próximo año, y suponiendo el mantenimiento de bajos tipos de interés y una política fiscal expansiva, por las medidas de apoyo a las empresas y el empleo y el incremento del gato en línea con el plan europeo.
Como consecuencia, Ocaña ha indicado que el mercado laboral registrará un "agravamiento" por la crisis, que se reflejará en una caída del número de horas trabajadas similar a la del PIB este año (-13%) y elevará la tasa de paro al 17% para el conjunto del año, alcanzando el 19,9% en el último trimestre. En 2021 el paro se situará en el 17,2% y a finales de 2021 habrá 600.000 parados más que antes de la crisis.
No obstante, Ocaña ha matizado que el recursos de los ERTE y el reparto del trabajo ha mitigado el impacto en el empleo y hace que sea "significativamente menos desfavorable" que en crisis anteriores.
Por ello, preguntado por la prórroga de los ERTE, Ocaña ha indicado que sigue siendo la "orientación correcta", por lo que en la medida de que lo permitan las finanzas públicas y puedan "soportarlo", cree que se deben seguir implementando ese tipo de medidas.
En cuanto al déficit público, estima un alza de 26.000 millones de gasto público este año y un desplome de la recaudación de 72.000 millones de euros, lo que elevará el déficit público al 12,2% del PIB, mientras que en 2021 se moderará hasta el 8%. En paralelo, la deuda pública pasará del 95,5% del PIB registrado el año pasado al 119,6% del PIB este año y al 120,4% el próximo ejercicio. Ocaña y Torres han remarcado la necesidad de presentar ya un plan a medio plazo para ajustar las finanzas públicas, para aportar confianza y margen de actuación en el corto plazo. Según Torres, el plan de consolidación fiscal debería empezar a aplicarse en el momento en el que la demanda privada registre un crecimiento sostenido y no sea ya necesario el impulso fiscal, algo que sucederá a partir del año 2022 o 2023.
No obstante, ha calificado de "excepcionalmente favorable" la situación de financiación del déficit, ya que el BCE está haciendo "mucho más" que en crisis anteriores con su programa de apoyo, tipos de interés reducidos y primas de riesgo "muy contenidas", si bien ha avisado de un posible "efecto escalón" a partir de mediados de 2021 si este contexto cambia, por lo que ha remarcado la necesidad de un Presupuesto "sólido" y un plan a medio plazo para asegurar la financiación.
Funcas, que ha incorporado el impacto de los fondos europeos de 140.000 millones de euros para el periodo 2021-2027, lo estima en 1,3% puntos de PIB, si bien en 2021 calcula un impacto inferior a un punto de PIB, con la llegada de unos 14.000 millones que será "difícil" de ejecutar en el ejercicio. En este sentido, Torres ha augurado que los fondos europeos aportarán 1,1 puntos al crecimiento de 7,9 puntos de 2021.
Para el periodo 2022-2026 la aportación europea será de 1,3 puntos sobre el crecimiento de 2 puntos previsto sin reformas, mientras que con reformas los fondos aportarían 1,4 puntos del total de 2,5 puntos de crecimiento que se podría registrar. En el peor de los casos, sin reformas, la economía española registraría una recuperación incompleta al final del periodo de los fondos europeos (2027), la tasa de paro solo alcanzaría su nivel preciarais en 2024 y la deuda pública aumentaría hasta el 133% ese año. El crecimiento de largo plazo de la economía española se mantendría en el 1,6%, por lo que los fondos europeos solo ejercerían un "efecto transitorio".
Sin embargo, en el escenario más positivo, con reformas, el crecimiento potencial subiría hasta el 1,9% anual, la tasa de paro bajaría al 10% en 2027 y la deuda pública invertiría su tendencia alcista para situarse en el 124% al final del periodo, todavía un nivel elevado. También han insistido en la necesidad de reformas estructurales para acompañar los fondos europeos, como en el mercado de trabajo y pensiones, y más a largo plazo las relativas a Educación o I+D.
El director general de Funcas ha afirmado que los Presupuestos de 2021 son "muy necesarios", si bien ha dicho que "no vale solo con ellos", sino que son el "primer paso" pero se necesita un plan de actuación "mucho más ambicioso" con medidas de "más calado" para tres o cuatro años.
El director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, ha citado como incertidumbres el ahorro, que podría alcanzar los 70.000 millones en el caso de las familias y 20.000 millones en el de las empresas, algo que podría variar en función de los Presupuestos. También ha citado las quiebras y la posibilidad de un elevado número de "empresas zombies", así como las dudas sobre los fondos europeos y las reformas que deberían ir aparejadas.
El Instituto Nacional de Estadística (INE), por su parte, ha elevado una décima, hasta el 3%, el crecimiento de la economía española en 2017 y ha mantenido sin variación el de 2018 y el de 2019 en el 2,4% y el 2%, respectivamente, según la Contabilidad Nacional Anual del periodo 2017-2019 publicada este martes por el organismo. Pero el pasado poco importa ya. El futuro se presenta negro.