Los cajeros de ING son los más baratos para los clientes de otras entidades que los utilizan, a los que se les cobra una comisión de 0,5 euros, mientras que en el lado contrario se sitúan los de Liberbank con un importe de 2,5 euros, según el estudio de iAhorro.com sobre las comisiones de los cajeros en 2019.
La segunda entidad con la red de cajeros más barata es Bankinter, cuya comisión a los clientes de otras entidades por la retirada de efectivo se sitúa entre 0,5 euros y 1 euro.
El 'top 3' de los cajeros baratos lo cierra Ibercaja, con unas comisiones que van desde 0,5 euros hasta un máximo de 1,8 euros, dependiendo de la entidad de la que es cliente el usuario que retira efectivo.
Kutxabank y Abanca se colocan inmediatamente por detrás, ya que ambas tienen los mismos acuerdos de colaboración. Así, estos bancos repercuten comisiones que van desde los 0,5 euros a los 1,95 euros.
Por el contrario, Liberbank es el banco, de los 16 analizados por iAhorro, con los cajeros más caros para sus no clientes. La entidad de origen asturiano aplica un coste de 2,5 euros por cada retirada de efectivo.
Le siguen Caixabank, Banco Santander, Banco Popular, Openbank y Deutsche Bank, cinco entidades cobran 2 euros a cualquier cliente que no sea de su entidad y que saque dinero en alguno de sus cajeros. En el caso de Openbank cabe destacar que solo tiene un cajero en toda España, aunque sus clientes pueden usar los de Banco Santander y Banco Popular sin pagar comisiones.
Por su parte, como Mediolanum no dispone de una red propia de cajeros, ofrece a sus clientes 52 disposiciones en efectivo sin coste (después cobra dos euros), mientras que el resto de usuarios no pueden retirar efectivo desde esta entidad.
El experto financiero de iAhorro Antonio Gallardo ha explicado que las entidades más pequeñas o con menos cajeros son las que cobran menos comisiones, ya que tienen un interés mayor en llegar a acuerdos con otros bancos. "Son entidades más flexibles y abiertas a bajar sus comisiones", ha afirmado.
Por el contrario, las grandes entidades tienen una barrera de entrada hacia los que no son sus clientes y apuestan por una política de comisiones más altas. "Ellos afirman que ponen la tecnología que los bancos pequeños no tienen y por eso les cobran cantidades más altas", ha indicado el experto, quien ha apuntado al argumento de "compartir los gastos de inversión" que estas entidades han hecho en sus cajeros.