Desde esta pasada madrugada ya no hay que pagar en los peajes de la AP-2 y la AP-7. Queda liberalizado el uso de más de 500 kilómetros de carreteras de nuestro país. Los más beneficiados serán los conductores de Aragón, la Comunidad Valenciana y Cataluña.
La imagen la protagonizan los vecinos del Maresme retirando al barrera del peaje de la C-32, que desde esta noche ya no hay que pagar. Los alcaldes de la comarca lo celebran: "Es un hito histórico".
Acaban así 30 años de reivindicaciones. Es “un premio a una reivindicación colectiva de hace muchos años".
El levantamiento de la barrera norte --el tramo sur seguirá siendo de pago—supone que "se abren las barreras a la gente y la oportunidad de un cambio en el modelo de movilidad en la comarca".
Los vecinos lo han celebrado con cava. Se abren además los peajes de la C-33, la AP-2 y la AP-7. Casi seiscientos kilómetros de autovías quedan libres de pago. "Me ahorro 200 euros al mes", cuenta un conductor de la zona.
Cataluña se despide de los peajes pero el Gobierno pretende crear un impuesto para el mantenimiento de la red viaria porque “lo que no tiene demasiado sentido es que ese mantenimiento corra principalmente a cargo de los que presupuestos generales del Estado".
Esta es la cara de la moneda. La cruz es para los 340 trabajadores que se quedan sin empleo. El panorama se pone oscuro también para los bares de las carreteras nacionales.