Las personas que no trabajan por estar desanimadas caen al nivel más bajo desde 2008
El número de mujeres que no buscan trabajo porque creen que no lo encontrarán dobla al de hombres
La población activa superó los 23,1 millones de personas en el cuarto trimestre de 2019, según la Encuesta de Población Activa (EPA) que se ha publicado esta semana. Esta cifra resulta de la suma de los casi 20 millones de ocupados y los 3,19 millones de parados. Es población que, o trabaja, o quiere trabajar.
Pero, hay otras 16,2 millones de personas que están fuera del mercado laboral por diversas razones. Son los llamados inactivos, que optan por estudiar, dedicarse a las labores familiares, se han jubilado o son perceptores de algún tipo de pensión. Y dentro de este grupo, hay un colectivo que presenta una curiosa vinculación con la actividad: los desanimados.
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Los desanimados son personas sin trabajo, disponibles para trabajar en 15 días y que no han buscado empleo durante el último mes porque creen que no lo encontrarán.
Pero, según la última EPA, parece que muchos se han animado a hacerlo. A finales de 2019 había 231.700 personas en esta situación, la cifra más baja en 11 años.
En los años más crudos de la crisis el número de desanimados llegó a superar los 400.000. Y en 2013 incluso rebasó el medio millón de personas en algún trimestre. Desde entonces, se ha reducido a la mitad.
Si analizamos la relación entre desanimados e inactivos encontramos que los últimos datos también reflejan que los primeros están en su momento más dulce desde antes de la crisis. En el cuarto trimestre de 2019 apenas el 1,4% de los inactivos lo era por estar desanimado. El porcentaje más bajo desde mediados de 2008.
Más desanimadas, pero más activas
El número de mujeres desanimadas dobla al de hombres: en el cuarto trimestre de 2019 había 157.200, frente a 74.400 varones. Y esta relación siempre ha sido así, o peor.
En los años previos a la crisis, el número de mujeres desanimadas triplicaba al de hombres. Y en 2006 llegó incluso a ser cuatro veces mayor.
El hecho de que el pesimismo por buscar trabajo sea cada vez menor tiene como reflejo un aumento de la población que trabaja o quiere hacerlo. A finales de 2019 el ritmo de aumento de esta población activa fue el mayor en casi 10 años.
Y, si se distingue por sexo, el crecimiento del número de mujeres activas (del 1,9%) es muy superior al de los hombres (0,7%).
Los datos revelan que muchas de ellas proceden de una situación previa de estar desanimada. Y, lo que es más importante, que se están incorporando al mercado laboral como ocupadas. En 2019 el número de ocupadas creció un 2,8% (frente al 1,5% de los hombres) y alcanzó un récord histórico en 9.158.300.
Preferencia por el empleo a tiempo parcial
De estar desanimadas a incorporarse al mercado laboral para trabajar. En este punto los datos de la EPA reflejan que se está produciendo un cambio de preferencias. Sobre todo entre las que buscan empleo a jornada parcial.
En 2019 el número de trabajadores a tiempo parcial en España alcanzó su máximo, con casi tres millones de personas. Y tres de cada cuatro eran mujeres.
El principal motivo de ellas para trabajar a tiempo parcial es que no encontraban uno a tiempo completo. Pero el peso de esta razón es cada vez menor. El 49% de las ocupadas a tiempo parcial en el cuarto trimestre de 2019 señalaban este motivo. Es el porcentaje más bajo desde principios de 2011.
Por el contrario, el porcentaje de ocupadas a tiempo parcial que no quieren trabajar con jornada completa no para de crecer. A finales de 2019 alcanzó el 11,5%, su máximo en más de 11 años. En concreto, desde el tercer trimestre de 2008, antes de que la crisis golpeara duramente al mercado laboral.
España sigue creando empleo y reduciendo paro. Pero el ritmo de aumento de la ocupación es mucho mayor que el de bajada del paro. ¿El motivo?, la incorporación de población activa al mercado laboral. Entre estos nuevos integrantes destaca el grupo de mujeres que trabajan a tiempo parcial y que antes, en gran medida, eran desanimadas.
La 'crisis' de los 45
El mayor número de desanimados se encuentra a partir de los 45 años, con 188.000 personas. Por el contrario, apenas hay 11.500 jóvenes menores de 25 que han arrojado la toalla en su intento por incorporarse al mercado laboral. Entre medias de estos dos grupos, hay otros 32.200 desanimados de 25 a 44 años.
Si situamos estos datos en relación al número de personas inactivas que hay en cada tramo de edad la lectura de los datos es más correcta. Hay que tener en cuenta que hay más de 11 millones de inactivos mayores de 55 años, frente a menos de 750.000 de 25 a 44 años.
Al realizar este ejercicio, el porcentaje de desanimados respecto del total de inactivos alcanza valores cercanos al 5% entre las personas de 45 a 54 años. La "crisis" de los 45 en términos de dificultades para encontrar empleo pasa factura.
Por detrás, el grupo de 35 a 44 años es el segundo con más personas desalentadas en encontrar trabajo en términos relativos.Sin duda unas cifras preocupantes, ya que en ambos grupos de edad aún tienen mucha vida laboral por delante.