Las cuentas no salen: a la mitad de los españoles les queda menos de un 20% de sueldo tras las facturas
Solo el recibo de la luz ha subido un 70% en los últimos diez años
8 de cada 10 españoles dan prioridad a los recibos de gas, agua y electricidad
El 24% de los españoles afirma que después de pagar las facturas no tiene dinero
Pagar el recibo de la luz nos cuesta un 70% más que hace diez años y el gas, otro de los gastos básicos de cualquier hogar español, está al mayor nivel desde 2015, según los últimos datos publicados por Eurostat. Con este escenario, muchos hogares españoles necesitan hacer cuentas para sacar adelante su economía doméstica.
El nuevo Informe Europeo de Pagos de Consumidores elaborado por Intrum, que analiza los datos de más de 24.000 consumidores en 24 países de Europa confirma esta situación. En concreto, la mitad de los españoles (48%) dispone de menos de un 20% de su salario mensual tras pagar las facturas. Si realizamos una radiografía en profundidad, se desprende que el español medio que vive una situación más complicada tiene más de 55 años, vive en zonas rurales y tiene estudios primarios. Los ciudadanos de edades comprendidas entre 55 y 64 años son las que disponen de menos salario tras pagar sus facturas.
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Concretamente, a casi una cuarta parte de los encuestados de esta edad le queda menos del 5% de su sueldo una vez que abona recibos de luz, calefacción o telefonía. La situación es muy parecida cuando llega la jubilación, pues un 21% de los encuestados mayores de 65 años solo tiene el 5% de su pensión para gastar en otros fines que no sean facturas.
Alejandro Zurbano, director general de Intrum en España reconoce que el pago de las facturas es uno de los aspectos que más preocupa a los españoles hasta el punto de que "el 66% de los encuestados reconoce dar prioridad al pago de facturas de gastos diarios". La séptima edición del Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, que ha encuestado a más de 24.000 consumidores en 24 países europeos, recoge a qué facturas se da prioridad cada mes. Así, 8 de cada 10 españoles dan prioridad a los recibos de gas, agua y electricidad, mientras que las facturas de Internet ocupan el segundo lugar y, los pagos de la tarjeta de crédito, el tercero. No solo eso, el 24% de los españoles afirma que después de pagar las facturas, casi nunca tiene suficiente dinero para llegar a fin de mes.
El Informe recoge un Barómetro de Bienestar Financiero que analiza 4 categorías: libertad ante el crédito, ahorro para el futuro, educación financiera y capacidad para pagar las facturas a tiempo.
Y analizando el mismo se desvela cómo España supera ligeramente la media europea en 3 de estas 4 categorías, quedando por debajo en la capacidad de los consumidores para afrontar el pago de sus facturas a tiempo. Esta es la única categoría en la que España se sitúa por debajo de la media, con una puntuación de 6,38 sobre 10, frente al 6,69 de promedio europeo. Alemania recoge la mayor puntuación de bienestar financiero en lo que se refiere a capacidad para pagar sus facturas a tiempo (7,82), seguida de Dinamarca (7,48) y Austria (7,43). En el extremo opuesto se sitúa Grecia con 5,39 puntos y Portugal con 5,92. Francia (6,98), Reino Unido (6.90) e Italia (6.86) se sitúan por encima de España en cuanto a la capacidad de sus ciudadanos para pagar las facturas a tiempo.
Las facturas aumentan más que los ingresos para dos de cada cinco
Como señala Zurbano, a pesar de que la crisis de 2008 queda lejos, 2 de cada 5 encuestados españoles confirman que sus facturas están aumentando a un ritmo más rápido que sus ingresos. Afirmación que realizan el 45% de los europeos. Ante esta situación, el 38% de los españoles afirma que su preocupación por el aumento de las facturas está teniendo un efecto negativo sobre su bienestar financiero.
Pero ¿quién sufre más estrecheces? El español medio que vive de una manera más desahogada en España, según refleja el Informe Europeo de Consumidores, tiene una edad comprendida entre los 28 y 44 años, vive en la ciudad y tiene estudios universitarios. Concretamente, solo el 6% de los españoles de 28 a 44 años tiene menos del 5% de su sueldo tras pagar las facturas, frente al 24% de los que tienen entre 55 y 64 años y el 21% de los mayores de 65 años.
Las mujeres lo pasan peor
Por sexos, las mujeres cuentan con un menor porcentaje de su sueldo una vez que hacen frente a los gastos domésticos. Así, al 50% de las mujeres españolas le queda menos de un 20% de su sueldo, mientras que los hombres que se encuentran en la misma situación son el 47%, tres puntos menos.
¿Cómo afecta al bolsillo el lugar de residencia?
Intrum ha analizado también cómo el lugar de residencia afecta a los bolsillos de los ciudadanos. Así, uno de los grandes debates es si vivir en zonas rurales implica disponer de menos dinero tras pagar las facturas. La población española refleja que ‘sí’. De hecho, solo el 7% de los españoles que reside en las zonas rurales es capaz de afrontar sus recibos con menos de la mitad de su sueldo. Un porcentaje que asciende al 10% en el caso de vivir en las afueras de las ciudades y al 11% cuando los encuestados residen en la ciudad.
Otro de los aspectos a tener en cuenta, que también se ha analizado en este estudio de Intrum, es si los encuestados de esas viviendas tienen el inmueble en propiedad o viven de alquiler. El informe refleja que son estos últimos, los inquilinos, los que tienen menos dinero disponible tras pagar sus facturas: 9 de cada 10 encuestados (89%) reconocen contar con menos de la mitad de su salario tras abonar los recibos domésticos, frente al 83% de los que son propietarios.
¿Y los estudios?
En lo que respecta a cómo afecta el nivel de estudios a la proporción de sueldo que queda libre tras pagar las facturas, los datos revelan la existencia de una diferencia considerable. Según el estudio, el porcentaje de españoles con estudios universitarios que tiene más de la mitad de su sueldo libre es el
doble que el de los que solo tienen estudios primarios (5% frente al 11%). Esta diferencia es inexistente en lugares como Finlandia, donde el 10% de los encuestados de ambos colectivos cuentan con la mitad de su sueldo tras pagar las facturas, o Noruega donde ese porcentaje se eleva al 13% tanto para los que tienen estudios primarios como universitarios.
El estrés financiero aumenta
En España, 2 de cada 5 encuestados confirman que sus facturas están aumentando a un ritmo más rápido que sus ingresos. Una circunstancia que, según pone de manifiesto el Barómetro de Bienestar Financiero de Intrum, tiene un efecto negativo en la salud económica de los españoles. De hecho, los ciudadanos de España se sitúan justo por encima de la media europea de bienestar financiero (6,27 puntos frente a los 6,21 de media en Europa), pero están por debajo de Francia (6,30 puntos), Italia (6,35) o
Alemania, que obtiene la puntuación más elevada (6,89).
Esta puntuación se obtiene tras ponderar cuatro ámbitos de las finanzas del día a día de cualquier ciudadano para otorgar una nota sobre 10 puntos que permite clasificar cómo gestionan sus finanzas los europeos.
Entre otras conclusiones, el barómetro refleja que España supera la media europea en 3 de estas 4 categorías: libertad ante el crédito (7,42 puntos frente al 7,39 de promedio europeo), ahorro para el futuro (4,58 ante 4,43) y educación financiera (6,72 frente a 6,21); mientras que se sitúa por debajo en
la capacidad de los consumidores para afrontar el pago de sus facturas a tiempo (6,38 frente al 6,69 de media).
España, en el top cinco
En comparación con el resto de Europa, España se sitúa entre los cinco países europeos donde más ciudadanos tienen menos del 20% de su sueldo tras afrontar los recibos domésticos. Los españoles se encuentran al mismo nivel que Países Bajos y Francia (48% de su población).Encabezando el ranking se encuentra Portugal, donde 6 de cada 10 habitantes aseguran encontrarse en esa situación, seguidos de los suizos con un 53% y griegos con un 55%. Cerrando la tabla se sitúan lituanos y estonios, donde menos de una cuarta parte de la población dispone de menos del 20% de su sueldo tras pagar las facturas.
Y los alimentos siguen subiendo
El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en noviembre de 2019 en un promedio de 177,2 puntos, es decir, 4,7 puntos (un 2,7 %) más que en octubre y 15,4 puntos (un 9,5 %) más que en el mismo período del año pasado. El alza de noviembre respecto del mes anterior, principalmente debido a importantes subidas repentinas de los precios de la carne y los aceites vegetales, empujó el valor global del índice de precios de los alimentos de la FAO hasta su nivel más elevado desde septiembre de 2017. En noviembre también aumentaron los precios del azúcar, mientras que el subíndice relativo a los productos lácteos se mantuvo estable y los precios de los cereales siguieron bajando. La cesta de la compra, así, nos sale más cara.