El aumento del teletrabajo y la digitalización de las empresas durante la pandemia del covid19 ha multiplicado los peligrosos ataques por parte de los hackers. Los ataques de ransonware han crecido de manera exponencial y cada vez son más las grandes empresas y organismos públicos que sufren estos ataques que ponen en peligro su información más delicada y la privacidad de sus trabajadores y clientes. Por eso, las empresas que se encargan de la ciberseguridad no dejan de crecer en bolsa.
Hace un par de semanas la compañía Colonial Pipeline, la mayor red de oleoductos de Estados Unidos, recibió un ataque informático por parte de un grupo de hackers, lo que afectó a su suministro y mantuvo al país en Estado de Alerta Nacional. Pero no han sido los únicos, ya que no hay semana que no se conozca el nombre de alguna gran compañía o institución que haya recibido un ataque, con la correspondiente petición de rescate. Las últimas semanas han trascendido los ataques a la compañía de dispositivos de almacenamiento en la nube QNAP, la cadena de tiendas The Phone House, el SEPE o el Instituto Nacional de Estadística.
La exigencia de aumentar la seguridad en sus redes y sistemas se ha convertido en una prioridad para las empresas, por eso no es raro que la cotización en bolsa de las compañías de ciberseguridad se haya disparado en bolsa: 2 de cada 3 grandes firmas de este negocio se recomiendan como compra en bolsa.
El fenómeno de los ataques por parte de los grupos de hackers ha afectado directamente a la cotización en bolsa de muchas empresas. Primero, por razones obvias, ha afectado al valor bursátil de las empresas que han sufrido los ataques. Según un estudio de la consultora Comparitech (que analizaba el comportamiento de más de 40 empresas que cotizaban en la bolsa de Nueva York) las compañías que recibieron ciberataques perdieron una media de un 3% de su valor en bolsa en los meses posteriores a los ataques (que llegó al 15% un año después de dichos ataques).
Pero la importancia y aumento de los ciberataques está haciendo que el foco de muchos analistas de inversión se esté posando en las grandes empresas de ciberseguridad. Si importancia actual y de cara al futuro inmediato hace que se hayan convertido en prometedores valores donde invertir. Solo en 2020 se pagaron más de 350 millones de dólares en Estados Unidos en rescates a hackers tras recibir ataques informáticos y se estima que en el mundo la cifra pudo rondar el billón de dólares. La demanda de los servicios de ciberseguridad va a crecer exponencialmente los próximos meses y años, por lo que la inversión en acciones de las compañías que trabajan en este sector son un valor seguro.
Empresas como ServiceNow, Palo Alto, CrowdStrike, Leidos, CyberArk, Capgemini, CACI International, Akamai Technologies, Zscaler y Okta están recomendadas como 'compra' por los analistas de inversión y se espera que su cotización suba hasta un 21% en los próximos dos años.