La generación silver es un pilar cada vez más importante para la economía del país, no solo por su peso demográfico -ya representa el 24% de la población- sino porque también tiene una mayor capacidad adquisitiva y su estilo de vida es más activo y digital que años atrás. Los mayores de 55 años gastan un 14% más que la media, pero sus hábitos de consumo son distintos a los de otras generaciones posteriores, según revela el informe 'Los seniors y el consumo' del Observatorio Cetelem.
Pese a su mayor nivel económico, los séniors están menos interesados que la media poblacional en tecnología, gaming o dispositivos móviles. Por ejemplo, el 42% de los españoles adquirió un smartphone en 2024, frente al 35% de los mayores de 55. Los productos más comprados por la generación silver son los artículos deportivos (textil, calzado, máquinas o bicis, etc), con un 75% de las menciones, seguidos muy de cerca por las compras en sectores tradicionales como turismo y viajes, con un 73%; y los electrodomésticos, con un 57%.
También destacan por su interés en productos de salud, como es lógico por su edad. En 2024, su inversión en gafas y audífonos fue un 40% superior al gasto del resto de españoles. Y esta tendencia seguirá al alza en 2025, con una intención de gasto un 30% mayor en productos de salud visual y auditiva.
Igualmente son una prioridad las reformas del hogar. El 57% de los sénior realizó reformas por necesidad, frente al 48% de la media nacional. El 71% de ellos valora la mejora del confort como la principal razón para reformar su hogar. Su preocupación por la eficiencia energética les lleva a apostar por aislamiento térmico, calderas eficientes y ventanas de alta eficiencia. El gasto en muebles de cocina fue también significativo en 2024, invirtiendo un 70% más que la media en este tipo de productos.
En cuanto a la intención de compra de cara a 2025, aquí se mantienen en línea con tendencias tradicionales. El 80% prevé gastar en turismo y el 73% en deporte, aunque con menor peso en tecnología. También se mantiene el interés por mejorar el hogar, con un 29% de intención de compra en reformas.
Lo que sigue siendo evidente en los hábitos de compra es la brecha digital, puesto que el 75% de los sénior aún prefiere los comercios físicos a la tienda online. En general, se decantan por grandes cadenas de distribución, principalmente por el precio, la variedad y la posibilidad de hacer toda la compra en un mismo lugar, pero también acuden a los pequeñas tiendas de barrio, lugares de los que valoran especialmente la cercanía, la confianza y el trato personalizado.
Por el contrario, solo un 23% compra en tiendas digitales, frente al 32% de la media de consumidores españoles. Les genera rechazo la atención al cliente, que consideran deficiente, la dificultad en las devoluciones o los tiempos de espera para recibir un producto.
El informe también revela que los seniors son más reacios a la adopción de la inteligencia artificial (IA) en sus hábitos de consumo. Aunque el 49% consideraría su implementación si ve beneficios claros, esta cifra es 4 puntos inferior a la de la media de consumidores. El 92% rechaza el uso de IA para automatizar compras o recibir recomendaciones personalizadas. Apenas un 8% estaría dispuesto a implementarla en sus decisiones de compra, frente a un 14% de la población general. El 48% prefiere buscar productos por sí mismos y tomar sus propias decisiones.
Los sénior tampoco son muy amigos de los chatbots. El 68% prefiere evitar el contacto con asistentes virtuales y hablar con un ser humano. Solo un 3% los prefiere por su disponibilidad 24/7. A la hora de implementar IA en la seguridad de las transacciones online, el consumidor senior también presenta un nivel de confianza por debajo al de la media. Un 49% declara preferir métodos de seguridad tradicional.