Tres cosas que nunca deberías vender si estás a punto de jubilarte

Cuando llega la edad del retiro después de toda una vida de esfuerzo laboral una de las principales preocupaciones que nos acechan es saber si tendremos una jubilación digna. La pensión pública que nos corresponde puede no ser suficiente para llegar a fin de mes y necesitaremos tirar de ahorros. Pero si no hemos planificado nuestro futuro financiero con la suficiente antelación podemos encontrarnos en la tesitura tomar decisiones apresuradas sobre nuestro patrimonio que pueden acarrear consecuencias negativas a largo plazo.

Las prisas y los impulsos súbitos no suelen casar bien con las buenas decisiones. Por ejemplo, deshacernos de una propiedad inmobiliaria para obtener liquidez inmediata puede parecer una solución práctica a priori, pero también podría comprometer nuestra estabilidad financiera a futuro. En este sentido, un análisis de 'Yahoo Finance' ahonda en los fallos que cometen muchos recién jubilados o personas a punto de jubilarse por no examinar con pausa y sosiego lo que pueden implicar determinadas iniciativas.

En el informe se establece de qué bienes uno no debería desprenderse de ninguna manera cuando se acerca el fin de la etapa laboral, al menos no sin al menos una buena reflexión.

El coche

Vender el coche puede parecer una buena decisión por la inyección que supone a corto plazo , pero a la larga no va tener un impacto significativo en la economía personal. Es cierto que el transporte público puede ser una buena alternativa, pero no siempre está adaptado para las personas mayores. La falta de accesibilidad, la distancia a las paradas o la frecuencia limitada en área rurales o periféricas pueden ser obstáculos significativos. Si se dispone de más de un vehículo sí puede ser buena idea desprenderse de uno, pero siempre es recomendable disponer de un coche fiable para cualquier emergencia.

La casa

Vender la casa es una de las fuentes más recurrentes a la hora de obtener liquidez inmediata, pero es una decisión que conviene no tomar a la ligera, ya que puede tener implicaciones significativas a corto y largo plazo. La volatilidad del mercado puede volverse fácilmente en nuestra contra. Vender en el momento equivocado o sin un plan claro puede devenir en importantes complicaciones financieras. Además, desprenderse de un inmueble puede suponer un posterior quebradero de cabeza, porque encontrar un alquiler o conseguir una vivienda mejor es muy complicado. Una alternativa en España es la nuda propiedad, la venta del inmueble reservándose el usufructo en vida. Una fórmula habitual en quienes no tienen herederos directos.

Objetos de valor

Vender objetos de valor y antigüedades puede generar controversia por sus connotaciones familiares y emocionales. Antes de deshacerse de ellos es convenientes "hablar con los miembros de la familia, ya que es posible que alguien más los valore y los disfrute". "Además, es posible que más adelante se arrepienta de desprenderse de ellos", concluyen desde Yahoo Finance.