La Navidad es una de las épocas más esperadas del año, pero también una de las más caras. Los gastos se disparan en alimentación, regalos, decoraciones y reuniones familiares.

Uno de los mayores riesgos para el bolsillo durante estas fechas es caer en la trampa de las compras de última hora, especialmente cuando se trata de llenar la cesta de la compra. Las prisas, la alta demanda y la limitada disponibilidad de ciertos productos hacen que los precios se incrementen significativamente.

El incremento de precios durante la Navidad responde a varios factores económicos y de comportamiento del consumidor. Una de ellas es la demanda de ciertos alimentos típicos de las fiestas, como el marisco, el cordero, los turrones y los vinos espumosos, se dispara en diciembre.

Según datos del Ministerio de Agricultura, en España, el consumo de marisco aumenta un 300% en Navidad, mientras que el de cordero crece un 150%. Este aumento de la demanda impulsa a los comerciantes a subir los precios de estos productos, especialmente en las semanas previas a las festividades.

También tiene que ver que muchos de los alimentos que protagonizan las mesas navideñas son estacionales o importados, lo que limita su disponibilidad. Por ejemplo, los percebes y el bogavante, típicos en las celebraciones españolas, tienen ciclos de pesca específicos. Cuando la demanda supera la oferta, los precios suben rápidamente.

La logística también juega un papel clave. En invierno, el transporte de ciertos productos frescos, como frutas tropicales o pescados, se encarece debido a las condiciones climáticas y al incremento de la actividad en la cadena de suministro. Esto se traduce en precios más altos para los consumidores finales.

El incremento de los precios durante la Navidad puede ser considerable. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste de una cesta navideña típica puede ser hasta un 20% más alto en diciembre, en comparación con el resto del año.

En 2022, por ejemplo, el precio del marisco en España aumentó un 25% en la última quincena de diciembre, mientras que los precios de los dulces tradicionales subieron un 10%. Las carnes, especialmente el cordero y el pavo, experimentaron incrementos de entre un 15% y un 20%.

El problema se intensifica cuando los consumidores esperan hasta los últimos días para hacer sus compras. En esas fechas, la demanda alcanza su punto máximo, los supermercados y mercados suelen estar abarrotados, y muchos productos ya están agotados.

Esto lleva a decisiones impulsivas y a pagar más por productos que podrían haberse adquirido a menor precio semanas antes. Y es que, los comerciantes conocen bien los patrones de comportamiento de los consumidores durante la Navidad, y ajustan sus estrategias en consecuencia.

Algunas prácticas comunes que contribuyen al aumento de precios son promociones engañosas donde los supermercados anuncian ofertas y descuentos y éstos estos suelen aplicarse a productos secundarios, mientras que los más demandados mantienen o incluso suben sus precios.

Los minoristas también tienden a limitar el stock de ciertos productos para aumentar la percepción de escasez, lo que impulsa a los compradores a adquirirlos a precios más altos.

Cabe tener en cuenta que los precios de los productos navideños comienzan a subir desde principios de diciembre, pero el aumento se acelera en las semanas previas a Nochebuena. Por ejemplo, un kilo de langostinos puede costar 10 euros a principios de mes y superar los 20 euros a medida que se acercan las fiestas.

Aunque la subida de precios parece inevitable, hay estrategias que puedes aplicar para minimizar su impacto en tu bolsillo y en tu cesta de la compra.

Planifica con antelación

Haz una lista de los productos que necesitarás para las comidas navideñas y empieza a comprarlos con semanas de antelación. Muchos alimentos, como carnes y pescados, pueden congelarse sin perder calidad.

Aprovecha ofertas reales

Compra en establecimientos que ofrezcan promociones auténticas y compara precios entre diferentes supermercados. Según un informe de la OCU, la diferencia de precios entre supermercados puede ser de hasta un 30%.

Compra productos alternativos

Si ciertos alimentos típicos, como el marisco o el cordero, están fuera de tu presupuesto, considera opciones alternativas. Por ejemplo, el pollo y el cerdo son opciones más económicas y también pueden protagonizar platos deliciosos y festivos.

Evita las compras impulsivas

No esperes a los últimos días para hacer tus compras. Planificar con tiempo no solo te ahorrará dinero, sino también estrés.

La Navidad es una época de celebración, pero también puede convertirse en una trampa para el bolsillo si no se planifican las compras con cuidado.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.