Lejos de ser un mero entretenimiento, los juguetes son una "herramienta perfecta" para el desarrollo integral de los niños, tal y como afirma Paloma Castellanos, psicóloga especialista en neuropsicología y educación. Tanto los peluches como el resto de creaciones lúdicas infantiles, ayudan a gestionar los miedos, proporcionándoles consuelo y seguridad, estimulan la creatividad y el juego simbólico, impulsan el lenguaje y la resolución de conflictos y estimulan habilidades sociales, como compartir colaborar o negociar. Sin embargo, con el paso de los niños, los juguetes evolucionan en tanto en cuanto lo hace la propia sociedad.
Conscientes de ello, la marca juguetera 'Famosa' ha elaborado un informe sobre las tendencias en juguetes para esta Navidad de 2024 y, por ende, para el resto de 2025. "A través de este primer foro, damos a conocer las tendencias que marcarán la próxima Navidad y el año 2025, y exponemos como seguimos innovando para adaptarnos a las necesidades de las nuevas generaciones. Nuestro compromiso es crear juguetes que fomenten valores, impulsen la creatividad y acompañen a los niños en un mundo en constante evolución", han dicho, consciente de que las empresas del juguete deben adaptarse al cambio social.
Dejando completamente atrás los muñecos que promovían la segregación de los sexos en cuanto a sus objetivos vitales y laborales, el informe divide las preferencias en los juguetes de estas navidades en cuatro categorías: juguetes para educar en la sostenibilidad y cuidado del medioambiente - una preocupación creciente entre las nuevas generaciones - juguetes basados en las nuevas tecnologías como la IA, muñecas relacionadas con la tendencia #GetReadyWithMe y juguetes para el target kidults, es decir, aquellos adultos que comprar o coleccionan juguetes por nostalgia, que les recuerdan a los mejores momentos de su infancia.
La sostenibilidad se ha convertido en un tema central en la sociedad actual, con un impacto significativo en las generaciones más jóvenes. Más allá de los productos en sí, los juguetes son una herramienta clave para educar y concienciar a los niños sobre la importancia del reciclaje y el cuidado del medio ambiente.
A través del juego, los niños pueden aprender valores esenciales de responsabilidad ecológica, entendiendo cómo sus acciones contribuyen al cuidado del planeta. Los juguetes que promueven prácticas sostenibles no solo entretienen, sino que ayudan a formar una conciencia ambiental desde temprana edad, sentando las bases para una sociedad más comprometida con el entorno. Por eso, ahora existen muñecos acompañados de accesorios para el cuidado, alimentación, atención médica y contenedores de reciclaje, juguetes basados en la jardinería o casitas infantiles con huertos y maceteros.
Este enfoque no busca tecnificar el juego, sino enriquecerlo mediante opciones interactivas que amplían las posibilidades de diversión y aprendizaje, siempre respetando el desarrollo natural de los niños. Los productos están diseñados para ofrecer experiencias versátiles que se adaptan a diferentes estilos de juego, permitiendo que los niños disfruten tanto de roles clásicos como de alternativas que incorporan tecnología de manera opcional. De este modo, refuerza su compromiso con la innovación, proporcionando herramientas que potencian la creatividad y el desarrollo infantil sin perder los valores esenciales del juego. Por ello, triunfan peluches cuentacuentos o muñecos que preguntan e interactúan con el niño.
Ligado al uso temprano de las redes sociales, se ha observado cómo las tendencias actuales influyen en el juego y la creatividad de los más pequeños. En este contexto, los juguetes pueden desempeñar un papel clave al canalizar esta influencia hacia un entorno lúdico, donde los niños puedan explorar su imaginación de manera saludable y adecuada para su edad. Este enfoque permite que el juego siga siendo una herramienta para fomentar la creatividad y la expresión personal, mientras los y las pequeñas pueden aprender a peinarse o a hacerse una rutina de cuidado facial con las muñecas y sus múltiples accesorios.
Las generaciones Millennial y Z han protagonizado una reivindicación de la nostalgia que las distingue de sus predecesoras. Asimismo, se han convertido en ávidos consumidores y coleccionistas de juguetes de su infancia y/o adolescencia, superando en este aspecto a las generaciones anteriores. Este fenómeno refleja un deseo latente de mantener una conexión duradera con su “niño interior” y de preservar la alegría y la libertad asociadas con la niñez. Los denominados "kidults” buscan productos que les permitan revivir recuerdos y mantener viva esa esencia juvenil, generando una tendencia creciente en el mercado juguetero. Ejemplo de ello es la reedición de la muñeca Chabel en su versión High School, que hace las delicias de su fans nacidos en los años '80.
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