La realidad detrás de Hacoo, la app de 'falsificaciones' de moda que atrae a los más jóvenes
En los últimos meses, una aplicación de compras llamada Hacoo ha ganado una popularidad, sobre todo, entre el público adolescente
Ofrece productos que imitan a marcas de moda reconocidas a precios asequibles, aunque no se promociona como una app de falsificaciones
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Pese a sus restricciones, normas y prohibiciones -detalladas todas de forma pormenorizadas en sus condiciones de uso-, las redes sociales se han convertido en un enorme patio de vecinos donde hablar de todo y de todos. Permitiendo en ocasiones actitudes dudosas por parte de algunos usuarios, tratando temas controvertidos que a veces rayan sus propios límites e incluso dando cabida a aplicaciones de dudosa reputación que, de repente, se hacen virales y no hacen otra cosa que poner un nuevo debate sobre la mesa.
En los últimos meses, una aplicación de compras llamada Hacoo ha ganado una popularidad enorme, especialmente entre los adolescentes, al ofrecer productos que imitan a marcas de moda reconocidas a precios asequibles. Su éxito se ha visto potenciado por su presencia en plataformas como TikTok e Instagram, donde usuarios comparten sus experiencias y adquisiciones, generando un efecto viral. La polémica está servida.
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¿Qué es Hacoo y por qué la polémica?
Hacoo es una plataforma de comercio electrónico que se presenta con una interfaz similar a redes sociales como Instagram o TikTok, permitiendo a los usuarios desplazarse por un flujo continuo de productos. Aunque no se promociona abiertamente como una tienda de falsificaciones, muchos de los artículos disponibles son réplicas de marcas de moda populares. La aplicación evita mencionar directamente los nombres de estas marcas y no utiliza sus logotipos, lo que le permite operar en un área alegal.
Por ejemplo, al buscar términos como "Nike", la app no muestra resultados directos, pero ofrece productos que claramente imitan el estilo de dicha marca. Los usuarios pueden explorar una amplia gama de productos, desde ropa y accesorios hasta dispositivos electrónicos, todos presentados de manera atractiva y con precios muy competitivos. La experiencia de compra se asemeja a la navegación por una red social, lo que facilita esta exploración y descubrimiento de artículos.
Su éxito imparable en TikTok e Instagram
La popularidad de Hacoo ha sido impulsada en gran medida por su presencia en redes sociales, especialmente TikTok e Instagram. Usuarios, en su mayoría adolescentes y jóvenes adultos, comparten videos y publicaciones mostrando sus compras, conocidas como "hauls", destacando la calidad y el precio de los productos adquiridos. Estos contenidos generan curiosidad y deseo entre sus seguidores, quienes buscan replicar las compras.
La viralidad de estos videos ha contribuido a que Hacoo se posicione entre las aplicaciones más descargadas en España, entrando en el top 10 de apps más populares. La combinación de precios bajos, una experiencia de usuario similar a las redes sociales y la promoción orgánica por parte de los usuarios ha creado una tormenta perfecta para su éxito.
¿Permisividad en redes sociales?
La proliferación de aplicaciones como Hacoo y su promoción en redes sociales plantea interrogantes sobre la regulación y control de la venta de supuestas falsificaciones en el entorno digital, sobre todo en redes.
Aunque Hacoo evita el uso directo de marcas registradas, la similitud de sus productos con los originales es evidente, lo que suscita debates legales y éticos.
Plataformas como TikTok e Instagram han implementado políticas para combatir la venta de productos falsificados, pero la promoción de aplicaciones que facilitan este comercio sigue siendo, todavía, un desafío. La naturaleza viral de las redes sociales permite que este tipo de contenido se difunda rápidamente, dificultando a su vez su control y eliminación.
Además, la demanda de productos de imitación refleja una tendencia entre los consumidores jóvenes que buscan acceder a estilos de moda a precios asequibles, sin considerar las implicaciones legales y éticas de apoyar la industria de las falsificaciones.
¿Existe una necesidad aún mayor de educar y concienciar a los más jóvenes sobre los impactos negativos de las falsificaciones en la economía y en los derechos de propiedad intelectual?
Lo que dicen los expertos
Un modelo de negocio y una promoción de productos que imitan a marcas reconocidas plantean desafíos legales y éticos que ha colocado a Hacoo en el centro de la polémica. Hablamos con un experto en la materia, Albert Chiva, abogado y CEO de Área Digital Abogados:
Pregunta: ¿Son legales apps como estas?
Respuesta: En principio, son legales. Una app o plataforma digital no es ilegal por el simple hecho de existir o de facilitar la interacción entre usuarios para compartir contenido, conectar intereses o vender productos.
Según los artículos 16 y 17 de la Ley 34/2002, de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI), las plataformas en línea que alojan datos o facilitan enlaces no son responsables de los contenidos ilícitos proporcionados por terceros si no tienen conocimiento efectivo de su ilicitud.
Sin embargo, una vez que son conscientes de la existencia de dichos contenidos, deben actuar con diligencia para retirarlos o impedir su acceso. Por lo tanto, la legalidad de aplicaciones como Hacoo depende de su capacidad para implementar mecanismos que detecten y eliminen productos falsificados una vez que tengan conocimiento de ellos. Si no lo hacen, podrían ser consideradas responsables por facilitar actividades ilícitas.
P: ¿No pueden denunciarlas las marcas a las que copian?
R: Las marcas pueden denunciar tanto a los vendedores que comercializan productos falsificados como a la plataforma si facilita estas actividades. A los vendedores se les puede acusar directamente de falsificación, una infracción de derechos de propiedad industrial. Por otro lado, la plataforma puede ser denunciada si, tras tener conocimiento efectivo de estas infracciones, no actúa para retirar los contenidos ilícitos o impedir su acceso, incurriendo así en responsabilidad indirecta.
P: Por lo tanto, ¿están vendiendo falsificaciones?
R: Para contestar a esta pregunta, tendríamos que analizar el acuerdo comercial entre el vendedor de la plataforma y las marcas. Si no existe un contrato que autorice la distribución, o si los productos no se adquieren a través de tiendas oficiales sino a terceros que carecen de licencia para producirlos o comercializarlos, es muy probable que estemos ante una falsificación.
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