Cambiar los envases de plástico será obligatorio a partir de enero: ¿cuáles pasarán a estar prohibidos?

  • Desde el 1 de enero de 2025, el uso de Bisfenol A o BPA en envases destinados al contacto con alimentos estará vetado

  • Se trata de una medida de la Unión Europea que afecta a España

  • ¿Por qué se ha tomado esta decisión? Estos son los riesgos para la salud que quieren evitar con la puesta en marcha de esta medida

A partir de enero de 2025, la Unión Europea implementará una prohibición significativa: el uso de Bisfenol A o BPA en envases destinados al contacto con alimentos estará vetado en todos los países miembros, incluyendo España.

Esta medida, aprobada en junio de 2024, busca proteger la salud de los consumidores y mitigar el impacto ambiental asociado a este compuesto químico pero ¿por qué? analizamos.

¿Qué es el Bisfenol A (BPA)?

El BPA es un compuesto químico utilizado desde hace décadas en la fabricación de plásticos y resinas. Se encuentra comúnmente en productos como botellas de plástico, latas de conserva y otros recipientes destinados a almacenar alimentos y bebidas. Su capacidad para endurecer plásticos y mejorar su durabilidad lo ha convertido en un componente habitual en la industria alimentaria.

Riesgos para la salud asociados

Diversos estudios han señalado que el BPA puede actuar como disruptor endocrino, interfiriendo en el sistema hormonal humano. Su estructura química es similar a la del estrógeno, lo que le permite alterar procesos hormonales y potencialmente contribuir al desarrollo de enfermedades como cáncer, diabetes, infertilidad y trastornos neurológicos.

Grupos vulnerables, como bebés, niños y mujeres embarazadas, son especialmente susceptibles a estos efectos, ya que el BPA puede interferir en el desarrollo de órganos fundamentales, incluyendo el cerebro.

Presencia del BPA en la población europea

Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) de 2023 reveló que el 92% de las personas analizadas en un estudio realizado en 11 países europeos presentaban niveles detectables de BPA. Este dato subraya la omnipresencia del compuesto en la vida diaria y plantea preocupaciones sobre sus posibles repercusiones en la salud pública.

Medidas adoptadas por la Unión Europea

La prohibición del BPA en envases alimentarios refleja el compromiso de la Unión Europea con la protección de la salud de sus ciudadanos y la promoción de prácticas industriales más sostenibles. Esta decisión se alinea con acciones previas de otros países: Japón lleva más de dos décadas fabricando envases libres de este material, y Francia prohibió su uso en materiales en contacto con alimentos en 2015.

La implementación de esta prohibición va a requerir que la industria alimentaria europea adapte sus procesos de producción y busque alternativas al BPA en la fabricación de envases.

Aunque este cambio puede implicar costes iniciales, se espera eso sí que a largo plazo conduzca a una reducción de riesgos para la salud y a una mayor confianza por parte de los consumidores en los productos que adquieren.

Para los consumidores, esta medida según la UE representa una garantía adicional de seguridad alimentaria. Sin embargo, es importante que se mantengan informados y continúen adoptando prácticas que minimicen la exposición a sustancias potencialmente nocivas, como evitar calentar alimentos en recipientes de plástico que puedan contener BPA.

¿Qué alternativas tenemos?

Con la prohibición del BPA, la industria deberá recurrir a materiales alternativos para la fabricación de envases alimentarios, pero ¿cómo cuáles?

Polipropileno (PP). Es un plástico considerado seguro para el contacto con alimentos y resistente a altas temperaturas.

Polietileno de alta densidad (HDPE). Utilizado en envases de leche y jugos, es reconocido por su resistencia y seguridad alimentaria.

Vidrio: Una opción tradicional que no interactúa químicamente con los alimentos y es completamente reciclable.

Acero inoxidable. Duradero y seguro, ideal para recipientes reutilizables.

La transición hacia estos materiales no solo responde a la prohibición del BPA, sino que también se alinea con tendencias globales hacia la sostenibilidad y la reducción del uso de plásticos de un solo uso.

Educación y concienciación del consumidor

También es fundamental que los consumidores estén informados sobre los materiales que componen los envases de los productos que adquieren. Leer las etiquetas y buscar certificaciones que indiquen la ausencia de BPA puede ser una práctica útil. Además, optar por productos envasados en materiales alternativos y apoyar a empresas que adopten prácticas sostenibles contribuirá a una transición más rápida y efectiva hacia un mercado libre de BPA.

La prohibición del Bisfenol A en envases alimentarios dentro de la Unión Europea tiene como objetivo marcar un hito en la protección de la salud pública y el medio ambiente. Aunque la transición puede presentar desafíos para la industria, los beneficios a largo plazo en términos de seguridad y sostenibilidad pueden ser importantes. 

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