No hay verano sin rebajas. Sin embargo, las expectativas de los consumidores ya no son las que eran. El hecho de que en muchas comunidades autónomas no haya restricciones en cuanto a horarios o a política de descuentos ha hecho que, en los últimos años, estemos yendo mucho menos de rebajas. Según datos de Kantar Worldpanel, el consumo en prendas rebajadas ha pasado del 46,5% en 2020 al 31,2% en 2023. La evolución parece indicar que las rebajas se desinflan, pero la inflación, como indican los expertos, vuelve a colocarlas entre los primeros puestos de los hábitos de consumo de los ciudadanos.
"Aunque no se vea de forma clara en los precios de la ropa, ya que apenas ha subido un 0,8% los últimos meses, la crisis y la inflación afectan a los hábitos de consumo de las familias. El IPC ha aumentado un 3,6% desde mayo del año pasado, afectando, y de forma preocupante, a la solvencia de los hogares", confirma Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Según el índice de solvencia familiar presentado en 2023 por esta entidad, el 72% de las familias viven al día, sin capacidad de ahorro. Este problema se ha trasladado a las compras de productos textiles, ya que para un 40% de las familias presenta un gasto difícil de afrontar. "Por este motivo, se prevé que muchas familias aprovecharán las rebajas de este verano para afrontar la compra pendiente de vestido y calzado", señala Enrique García.
Las rebajas de verano pueden ser el momento que muchos consumidores están esperando para hacerse con una prenda o un complemento que hasta ese momento parecía inalcanzable. ¿En qué cambia el proceso de compra?. "Las rebajas están reguladas por las leyes autonómicas de cada región, y luego, la ley del comercio minorista. En esta norma se establece que cuando un establecimiento utiliza el termino 'rebajas' en su publicidad, escaparates, etcétera, los productos a la venta tienen que obligatoriamente tener el precio más barato. El resto de las condiciones no deber variar y tampoco los derechos de los consumidores", afirma el portavoz de OCU.
Quien más y quien menos ha ido de rebajas pensando en comprar un artículo y ha vuelto con una bolsa cargada de cosas a buen precio, ¿pero necesarias? Esta sería la primera tarjeta roja de lo que no es una rebaja inteligente. Los expertos de OCU recomiendan tener un presupuesto cerrado que incluya lo que realmente necesitamos. Saber comprar y conseguir el mejor precio posible puede lograrse. "De hecho, ponemos a disposición de los usuarios una herramienta que facilita al consumidor comparar los productos que desee, identificando los más recomendados y los de mejor calidad-precio", explica García.
Además, desde la entidad comparten las cinco claves fundamentales para comprar bien en rebajas:
En época de rebajas los consumidores tiene exactamente los mismos derechos que en cualquier época del año, con las mismas excepciones y los mismos matices. "Debemos saber que si compramos un producto, en este caso una prenda de ropa en perfecto estado, quizás no podamos cambiarlo. Un establecimiento no está obligado a devolverte el dinero, a no ser que así lo haya anunciado previamente. Lo que el usuario sí podrá hacer es cambiarlo por otro artículo de la tienda o por un vale", explica Enrique García.
La ley de Comercio establece que, al igual que el precio, los empresarios son libres de determinar el régimen de cambio y devolución de los productos que estimen oportuno, con la obligación de informar de forma previa al consumidor. Por esta razón, siempre que compremos algo hay que asegurarse de las condiciones de devolución.
Internet nos ha facilitado la vida: podemos informarnos, cuidar nuestra salud, viajar y, por supuesto, comprar a golpe de click. Del tímido e-commerce de hace una década, las ventas on-line son ahora un formidable negocio: según datos de Eurostat y del INE, casi la mitad de la población de entre 16 y 74 años compra a través de alguna plataforma de comercio electrónico. Otros datos apuntan a que 1 de cada 3 hogares tiene integrado este modelo de compra.
En rebajas, la actividad comercial llega a incrementarse. ¿Hay diferencias respecto a los establecimientos físicos? "En el caso de querer hacer un cambio, el consumidor goza de cuatro días naturales para devolver el producto sin ningún tipo de justificación. Es la principal diferencia entre comprar en una tienda y por internet", señala el portavoz de OCU.
Las devoluciones de las compras online generan más de un quebradero de cabeza, como, por ejemplo, cuando se quiere ejercer el derecho de desistimiento: la posibilidad que tiene el consumidor o usuario de dejar sin efecto el contrato celebrado (en este caso, una compra) notificándoselo a la otra parte en el plazo de 14 días, sin necesidad de justificar la decisión y sin penalización de ninguna clase.
Sin embargo, algunas plataformas hacen oídos sordos a este derecho. OCU se muestra contundente: "En la compra online no se puede limitar el derecho de desistimiento del consumidor. En epoca de rebajas debemos tener en cuidado con ofertas gancho o muy llamativas. Hay que comprar en internet en tiendas de confianza y desconfiar de aquellas de las que no hay referencia. También es importante saber dónde estamos comprando. En la Unión Europea, donde estamos amparados por la normativa de protección de los consumidores, o en una web situada fuera del territorio de la UE, donde hay que estar a lo que digan las condiciones y donde resulta mucho más complicado llevar a cabo una reclamación", afirma el experto.
En cualquier caso, el responsable de producto vendido siempre es el vendedor. "Hay muchos productos que se fabrican en China pero que se venden por un proveedor domiciliado en la UE. En este caso, la legislación que se aplica es la europea. Sin embargo, hay que estar muy atento cuando se compra en web que no estan domiciliadas en la UE. Por su parte, es obligatorio que muestren su domicilio. Desde OCU no recomendamos en ningún caso comprar en una web donde no se exhibe el domicilio. Este es un indicador importante que nos debe poner sobre aviso de la alta posibilidad de fraude", advierte Enrique García.
Comprar se ha convertido en una forma de ocio, así que es posible que terminemos yendo de rebajas de una u otra manera. En este caso, también es importante conocer qué se considera articulo rebajado y qué no. La OCU traslada las siguientes recomendaciones:
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.