Métodos para organizar facturas en el hogar y tener la economía familiar bajo control
Lucía SicreMadrid
¿Cómo organizar facturas en el hogar?Pixabay
Organizar tus cuentas y gastos pasa por mantener en orden tus facturas: aprende a mantener tu economía familiar bajo control
Mantener controlados nuestros gastos pasa, en primer lugar, por conocerlos en detalle. Parece sencillo, pero son muchas las personas que no mantienen un control de cuánto dinero se va de sus cuentas bancarias en cada concepto. Si nuestro objetivo es ahorrar, nada más imprescindible que saber qué partidas son imprescindibles, cuáles lo son menos y en qué áreas podemos ajustar. Por eso te contamos algunos trucos para organizar los gastos y facturas del hogar, ya que éstos suelen ser los más importantes, tanto en cuanto a su necesidad como en lo que se refiere a su importe sobre nuestro gasto total. ¿Cómo organizar facturas y, en concreto, cómo organizar los gastos del hogar?
Facturas de casa: cómo organizar los gastos del hogar
Lo más importante es sentirnos cómodos con el método que elijamos para organizar nuestras facturas, tanto si se trata de facturas de casa como si se trata de otro tipo de gastos. Hay quien prefiere lo digital sobre todo teniendo en cuenta que casi todas las facturas nos llegan en este formato. Otras personas siguen prefiriendo el método tradicional de archivar físicamente cada documento para tenerlos más a mano y poder visualizar varios a la vez de forma sencilla. Sea cual sea tu método, estas ideas te ayudarán.
Dedica un día al mes a poner en orden tus cuentas. La mejor forma de evitar que se te pase el archivo de una factura es que fijes un día al mes en el que organizar todos tus gastos del hogar o gastos en general. Lo mejor es que escojas un día en el que presumiblemente ya te hayan enviado todas las posibles facturas del mes correspondiente. Si se produce cualquier extra, archívalo automáticamente o guárdalo siempre en el mismo sitio, a la espera de su archivo cuando llegue la siguiente 'jornada de cuentas'.
Elige un método a tu medida. Por ejemplo, existe el llamado método del kilómetro cero o punto caliente, que consiste en reunir en un solo espacio (una carpeta, una caja...) todas tus facturas de forma física. Si te va lo digital, puedes hacer lo mismo con una carpeta en la nube a la que puedas tener acceso desde cualquier dispositivo. Así podrás archivar documentos desde cualquiera de ellos: tu móvil, tu tablet, tu ordenador...
Crea un criterio para nombrar tus archivos de gastos. Si descargas tus facturas por Internet o te llegan a tu correo electrónico, sabrás que cada compañía utiliza su propio sistema para darle nombre a sus documentos. Lo más sencillo es que elijas un nombre para cada una que te permita moverte de forma intuitiva entre tus distintas carpetas de gastos. Por ejemplo, “Internet Julio 2020”. De esta forma ganarás tiempo a la hora de consultar cualquier información. si trabajas con carpetas físicas, puedes usar pegatinas, colores, etc. para identificar visualmente lo que necesites de un solo vistazo.
Busca el mejor método de clasificación. Normalmente archivaremos nuestros gastos teniendo en cuenta la fecha de cobro o de emisión de la factura, de forma que tendremos carpetas para cada mes del año. También puedes crear una carpeta específica para gastos extraordinarios dentro de ese ejercicio, o clasificar tus gastos por tipo de suministro (agua, luz, gas...) para poder comparar su evolución de forma más sencilla. Lo importante es que tu criterio funcione y te permita mejorar tu economía doméstica.
Haz uso de alguna app de ahorro. Existen apps específicas para ahorrar, y las propias aplicaciones de banca suelen incluir funciones relacionadas con la clasificación de gastos y planificación del ahorro. Realmente se trata de herramientas útiles y muy visuales que te permitirán ver gráficamente cuáles son las partidas en las que más gastas. Tal vez emplees más dinero del que crees en pagar por tus desayunos fuera de casa, en ropa, en farmacia y cosmética... También puedes crear presupuestos específicos para cada partida y mes basándote en tus gastos medios, de forma que, si te pasas, tu app puede hacértelo saber.
Hazte un Excel. Aunque no a todo el mundo se le da bien usar este famoso programa de Microsoft (o cualquiera de sus alternativas), las hojas de cálculo son extremadamente útiles a la hora de extraer información útil sobre tus finanzas. Podrás calcular con facilidad cifras que sean el resultado de, por ejemplo, sumar todos tus gastos de suministros del hogar del último ejercicio, o todos tus gastos en alimentación, etc. También conocer qué porcentaje de tu dinero se destina a cada categoría.
Márcate objetivos. Una vez que tengas clara la radiografía aproximada de tu gasto, márcate objetivos de ahorro. Reduce donde creas necesario, renegocia contratos, plantéate cuáles son tus necesidades reales y decide cuánto quieres ahorrar para hacer realidad cualquier proyecto que tengas en mente. La planificación es clave para acercarte cuanto antes a su consecución.