El mundo de la empresa se encuentra en constante movimiento, más aún en momentos como el actual, en el que la falta de ingresos y liquidez está terminando con miles de empresas en toda España. Una opción tanto para quien necesita desprenderse de su empresa como para quien busca una oportunidad de inversión, es optar por traspasar un negocio en lugar de iniciar una actividad desde cero o tener que liquidar por separado toda la inversión realizada en una idea de empresa. Si la operación se lleva a cabo de forma equilibrada, lo normal es que beneficie a ambas partes. Eso sí, deberás tener en cuenta ciertos pasos para que la operación se lleve a cabo correctamente y de forma legal. ¿Cómo traspasar un negocio con todas las garantías?
Si quieres traspasar tu negocio, lo primero que debo tener claro es en qué consiste exactamente este trámite y cuáles son sus implicaciones económicas, fiscales, legales... para que puedas tomar la decisión que más te convenga.
Un traspaso de negocio consiste en llevar a cabo con otra parte un contrato de cesión de bienes tangibles e intangibles de un local. Por ejemplo, productos, en stock, mobiliario etc. en el caso de los bienes tangibles, y cartera de clientes, marca, etc. en el caso de los intangibles.
Las partes fijarán un precio para esta operación y generalmente, tal y como afirman desde Billin, a la hora de subarrendar el local donde se desarrolle la actividad no será necesario el consentimiento del arrendador (al contrario, sí es lo habitual en caso de alquilar una vivienda), aunque sí deberás notificarlo en el plazo de un mes. De hecho, si eres a parte interesada en realizar el traspaso, debes saber que tienes derecho a elevar la renta del alquiler en hasta un 10 por ciento con respecto al precio que pagas si se trata de un subarriendo parcial y del 20 por ciento en caso de subarriendo total.
Una vez traspasado el negocio, el nuevo inquilino desarrollará la actividad según su criterio, aunque con ciertos límites que podrán venir recogidos en el contrato firmado entre las partes. Además, existen ciertos limites legales, como ocurre en el caso de los empleados. En concreto, el Estatuto de los Trabajadores asegura que el nuevo empresario tiene la obligación de mantener los contratos de trabajo existentes en la explotación empresarial anterior (artículo 44).
Por otro lado, una duda frecuente es cómo valorar el negocio antes de traspasarlo, o lo que es lo mismo, de qué forma podemos poner precio a todo aquello que traspasamos, algo que puede resultar especialmente complicado en el caso de los bienes intangibles.
Lo más sencillo de valorar tiene que ver con los elementos que puedan compararse con otros de similar naturaleza. Por ejemplo, el arrendamiento del local es muy fácil de valorar, pero no así el fondo de comercio (la capacidad del negocio para generar beneficios)... Lo normal será acudir a las cuentas de los últimos años para estimar los costes y beneficios que pueden generarse en adelante. Ante la duda, siempre podrás acudir a un perito externo.
En cuanto a los pasos que deberás dar para traspasar tu negocio, son los siguientes: