El el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, presentó hace unas semanas su propuesta para la reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), con el que cambiarán las cuotas a la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia a partir de 2023. La reforma plantea un sistema flexible de 13 tramos de ingresos que irán desde menos de 600 euros al mes hasta más de 4.050 euros mensuales, y la posibilidad de cambiar de tramo hasta seis veces al año.
Este nuevo modelo, que se ha encontrado ya con la oposición de algunas organizaciones de autónomos (aunque con el apoyo de algunas otras), establece un periodo de transición de nueve años, tras los que se llegaría a una cuota mínima de 184 euros al mes, para aquellos trabajadores autónomos con ingresos por debajo de los 600 euros, al tiempo que establece una máxima de 1.267 euros mensuales para aquellos que ingresen más de 4.050 euros.
Según fuentes del ministerio se estima que dos de cada tres autónomos verían reducidas sus cotizaciones respecto al sistema actual. Según los cálculos de la Seguridad Social, los autónomos de ingresos más bajos pagarían hasta 1.300 euros menos al año, mientras que los que tienen beneficios de entre 600 y 900 euros al mes, un colectivo muy numeroso, terminarán pagando hasta 600 euros menos al año.
El porcentaje que un autónomo paga a la Seguridad Social sobre sus beneficios brutos es muy superior a lo que paga un trabajador por cuenta ajena sobre su salario bruto, y esto seguirá siendo así tras la reforma propuesta por el Gobierno. Pero esto es principalmente así porque las cotizaciones sociales son asumidas por empresa y trabajador en el caso de los asalariados, y los autónomos están solos en su aporte a la Seguridad Social.
Pero, ¿qué diferencia hay con las cotizaciones de los trabajadores autónomos del resto de Europa?, ¿Se paga más o se paga menos que en España?
En Europa la situación varía mucho dependiendo de cada país. En general, España estaría a la cabeza en las cotizaciones más caras por parte de los trabajadores autónomos, y Reino Unido o Países Bajos entre los países que menos pagan. Pero hay que tener en cuenta que, en la mayoría de estos países de Europa, los autónomos no cuentan con las prestaciones que sí reciben los autónomos de la Seguridad Social, como el acceso a la sanidad, las bajas por enfermedad, maternidad o pensión de jubilación.
En Reno Unido hay una serie de tramos reducidos: si no ganas más de 6.475 libras al año, no se paga nada. Si se obtienen beneficios en 6.475 y 9.500 libras al año se pagan 3,05 libras a la semana (unas 12 libras al mes). Si ganas más de 9.500 libras al año se paga una cuota mensual del 9% de los beneficios entre 9.500 y 50.000 libras al año y el 2% de los beneficios que pasen de 50.000 libras. Un autónomo que gane 60.000 libras al años pagaría una cuota de 320 libras al mes a la National Insurance (una especie de Seguridad Social). Eso sí, las prestacione son mínimas. Por ejemplo, estás obligado a contratar un seguro médico.
En Países Bajos es donde menos se paga de autónomo en Europa, con una cuota anual de tan sólo 50 euros. Eso sí, no esperes ningún tipo de prestación social de parte del estado. Por ejemplo, estás obligado a contratar un seguro médico y la cuota del seguro más básico ronda los 110 euros mensuales.
En Alemania también hay que pagar un seguro médico de manera obligatoria si eres un trabajador autónomo. Las cuotas de autónomo se dividen en dos tramos, si ganas más de 1.700 euros al mes hay que pagar una cuota de 140 euros para la Seguridad Social y la cuota del seguro médico obligatorio (que sem mueve entre los 150 y los 200 euros). Si se gana menos de 1.700 euros netos al mes sólo se paga el seguro médico.
Francia ha decidido eliminar el régimen de autónomos y va a integrar a los trabajadores por cuenta propia en el régimen general. Pero esta decisión, tomada en diciembre de 2021, tardará al menos dos años en llegar a completarse. Hasta entonces, los autónomos franceses no pagan nadar el primer año, y a partir del segundo las cuotas varían según el sector y la facturación: 12% de los ingresos en actividades comerciales, un 21,3% para los servicios y un 18,3% para las profesiones liberales. La asistencia sanitaria la adelanta el autónomo, y el Gobierno después puede devolverlas entre un 65% y un 100%.
Italia no tiene cuota de autónomos pero el impuesto se incluye en la declaración del a renta, un caso similar al de Dinamarca, donde al final de año los autónomos pagan entre un 25% y un 50% de impuestos, donde se incluyen la aportación a la Seguridad Social, además de las prestaciones al desempleo o a la maternidad.